POETAS CELENDINOS
FUNDADORES
Artículo del profesor Jorge Horna sobre la poesía celendina en el siglo
XIX. Inicialmente fue publicado
en el blog Chungo y Batán. (CPM)
LUCEROS
MADRUGADORES DE MAYO
Pedro
Ortiz Montoya (Celendìn, 1853)
Primer poeta shilico del
que se tiene noticia; dedicado a la docencia en su tierra fue uno de los
impulsores de la creación del colegio particular “Celendín”, hoy IE. “Coronel Cortegana”. |
A
CELENDÍN
VICENTA BAZÁN DE ARAUJO
[1880 - 1955]. (Celendín)
Nació en Celendín, poetita y escritora.
Colaboró con el diario “El Perú” de Cajamarca y periódicos nacionales y
extranjeros, tiene algunos cuentos y poesías inéditos. Supo ser madre, esposa
y periodista. Cultivó una poesía triste,
algunos de sus versos expresan un intenso, conmovedor dolor:
Murió en el año 1955.
Obra: Dolora.
Fuente: Antología CHÁVEZ ALIAGA, Nazario. Cajamarca. Tomo V. 1958.
El placer y
el dolor son primicias de
la vida,
pero la senda del dolor nos
conduce a
la superación del espíritu.
¡Cómo se me
rasgan las carnes
¡Dios mío!
—las carnes
de mi alma!
El áspid
planta su veneno,
la sierpe
aviesa ensortijase en espiral,
indolente,
rastrera, indómita,
se enclavó
en el pecho mío,
—de oro y
pedrerías engalanado—
diluía se,
en el
horizonte azul de la vida.
Fue todo esto una tarde violeta
con
esplendores de misterio
con doblar
de campanas,
con agonías
de cisnes.
Desde
entonces presiento sus extorciones
vigilo su
rugir;
y cuando
menos lo espero
el dardo
horada en el pecho mío.
Palpo la
herida con mano trémula,
la miro
—aflora;
una rosa
púrpura
de pétalos
de seda
sobre su
cáliz inhiesto.
Cómo me
duelen las carnes
¡Dios mío!
¡Las carnes
de mi alma!
¡Miserere! Exclama
de Israel
el Monarca
—siervo de
Jehová—
en uno de
sus inmortales Salmos.
¡Misericordia!
Repito yo
¡Pobre artista cósmica dolorida!
PEDRO
GARCÍA ESCALANTE
(Huacapampa, José Gálvez, 1886), solía usar el seudónimo “El Búho”. También fue docente y director de educación primaria en su lugar de origen. Dirigió publicaciones periódicas: “El Cometa”, “El Progreso” y otras.
Aquí dos estrofas de su poesía:
PRELUDIO (Canto épico)
Yo, ante el recuerdo de tu patria historia
templar mi lira con fervor quisiera
si de la musa el cantar tuviera
el ritmo dulce que eterniza gloria.
Mi pobre musa con su ignota lira
apenas puede preludiar su canto,
y sólo la fuerza del deber levanto
mi voz escasa que sin eco expira.
Y sólo acepta por su hazaña el canto
que es un poema que a tu historia adhiero,
y el recuerdo de tus glorias quiero
sublime lira mi poder no es tanto.
Nazario
Chávez Aliaga (Huauco,
Sucre, 1891).
Se
abocó al periodismo y dirigió el periódico “El Perú” en la ciudad de Cajamarca;
ensayista y cronista de su época, devino en la actividad política, sus
fluctuaciones al respecto son controversiales y polémicas. Publicó varios
libros de poesía y abrazó la corriente vanguardista.
Su
obra en cinco tomos es muy requerida por escolares, investigadores, muchas
personas en general. Aquí un fragmento
de su poema:
HORA GRIS
Es tarde. La lluvia cae
lenta
Las sombras se acuestan muellemente en los llanos
La luz va muriendo en mi propia presencia
Y en mi alma ha clavado sus garras la tristeza…
Es tarde. La lluvia cae lenta,
el dolor golpea mi casa como un mendigo
el silencio grita como ganso en mi pecho
y una noble amargura se hospeda en mi alma.
Es tarde. La lluvia cae lenta,
no sé qué soledad me ha invadido,
que al querer protestar de esa amargura,
agonizan mis palabras
como cisne en la sangre.
DAVID SÁNCHEZ INFANTE (SOROCHUCO, 1895)
Este
gran sorochuquino, para gloria de todo Celendín, desplegó en su corta
existencia una actividad fructífera en aras de la justicia social y las
reivindicaciones y las esperanzas populares. Fue docente en el colegio
“Celendín” de aquellos años; propició en la ciudad un espacio
educativo-cultural denominado “Asambleas Sabatinas”. Una de sus producciones
literarias más logradas es El Nuevo Evangelio de Celendín. Dirigió con coraje,
en Lima, la revista Integridad.
MI ANHELO
Si tú me preguntaras patria
mía
cuál es única gloria que anhelo,
para que tú con amoroso celo
me la concedas, como madre, un día.
Emocionada el alma de alegría,
a ti que eres mi amor y mi consuelo,
con filial devoción y sin recelo
sólo de morir por ti, te pediría.
De Sánchez Infante esta muestra poética:
Morir, por defender tu
sacrosanto
e inmaculado honor, en cruento duelo,
para que, en premio de que amo tanto
Y al brindarte mi vida toda entera,
me des por tumba tu bendito suelo,
y por mortaja tu feliz bandera.
IRENE EMPERATRIZ PEREIRA DE VÁSQUEZ (Celendín)
Nació en Celendín el 4 de julio de 1904. Fue Normalista y Bachiller en
Letras, en la Universidad Mayor de Nacional de San Marcos. Directora de del
Instituto industrial de mujeres (hoy IE. La Merced) y en diversas instituciones
educativas en Cajamarca. Fue periodista, presidenta de la Asociación de
Cesantes y Jubilados de Cajamarca y también Secretaría de Cultura de esta institución.
Miembro de la Asociación de Artistas Aficionados de Cajamarca. Conferencista en
múltiples oportunidades presidenta de la asociación Auxilio Mutuo Obrero. Presidenta
de obras públicas de Cajamarca; fue galardonada con diploma en Honor al Mérito
por la Municipalidad provincial de Cajamarca, con medalla de oro, reconocida
como hija ilustre de Celendín. En Lima publicó
“Ecos del Alma”, “Capullitos de Oro”, “Cantar del Niño Peruano” (poemas y
versos) “Oratoria del Educador” (prosa); “Crepúsculos”, (prosa) y algunos
quedaron inéditos.
Referencia tomada del Nazario Chávez Aliaga y la literatura celendina.
ARBORICIDIO
De lozano vigor y verdes frondas
vistió la
copa de un naranjo en flor,
que en
claros días columpió su ofrenda
de dulces
frutos que besaba el sol.
sediento el
picaflor en el posaba
para beber
del néctar el licor,
seducido
por el aroma que esparcía
en verde
copa, el azahar en flor.
Pero un día, su tronco vigoroso
al impulso
del hacha, cayó herido.
Yertos
nidos rodaron por el suelo
mientras
era llevado a la hoguera.
Más, antes
de partir, de sus despojos
surgió una
voz que preguntó a su esbirro:
¿Por qué muerte me das? ¡Te serví tanto!
Te prodigué
mis frutos sazonados
y te cubrí
del sol bajo mi sombra
¿No
aspiraste la esencia de mis flores?
¿No
albergué entre mis ramas a los pájaros
que
ensalzaban con trinos la alborada?
Sin piedad
me das muerte, y te perdono.
A tanta ingratitud pagaré luego
dando, para
el que nace, cuna y flores,
siendo
apoyo y ofrenda del que vive,
siendo ataúd y cruz para el que muere.
Y como no
hay en mi reino encono, ni odio,
va el ruego
de mi tronco destrozado
para pedir
en el último instante de mi vida,
perdón para
este injusto arboricidio
(Herederas
del viento)
JULIO GARRIDO MALAVER
Uno de los más talentos y
prolíficos escritores celendinos. Destacó en la poesía, la novela y el
periodismo, y tuvo una activa vida política.
Nació en la ciudad de Celendín, el 2 de Julio de 1909. Sus padres
fueron don Isidoro Garrido Velásquez y doña Juana Malaver Araujo. Estudió
primaria en su pueblo natal y secundaria en el Colegio Nacional San Ramón de
Cajamarca; Derecho en la Universidad de Concepción en Chile y en la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos en Lima. Poeta por excelencia, dedicó la mayor parte de su vida literaria a cultivar
el género. Fue laureado en 1929 por su “Canto a la Raza”, en el concurso
literario promovido por el Colegio Nacional San Ramón. Coronado Poeta de la primavera en 1937 en
Chile, por su “Canto a la reina primaveral”, y ganó los Juegos Florales
Universitarios en San Marcos en 1940 en Poesía y Novela, con el poema “Canto
a la primavera en varios momentos” y la novela “La guacha”, prologado por don
José Gálvez en 1941. Promovió y cofundó la Casa de la Cultura en Trujillo
(hoy INC). Su vida dramática como político se caracterizó por sus luchas sociales a
favor de su pueblo. Soportó destierros y prisiones por su ideal. Siendo
director del diario “Norte”, fue encarcelado en 1971 por el gobierno del
general Juan Velasco Alvarado. Elegido por voto popular
como parlamentario ante el Congreso de la República Peruana por el Partido
Aprista Peruano en cuatro oportunidades, dos veces diputado y dos veces
senador. Fue director del Instituto Regional de Cultura de Trujillo - La
Libertad. Su actividad cultural la alternó con su acción política. Conferenciante y Expositor de su poesía, por la que desde muy joven fue premiado
y reconocido en distintas latitudes. Le otorgaron numerosos premios y
condecoraciones. Nunca claudicó a sus ideales democráticos. Cargado de años continuó en su hogar produciendo y corrigiendo sus obras
literarias aún inéditas, en compañía de sus familiares, en la ciudad de
Trujillo. Le sorprendió la muerte el 19 de Septiembre de 1997, a la edad de
88 años. |
TOMADO DE
CELENDÍN PUEBLO MÁGICO
Leamos un fragmento del
“Canto 82”
“Amada”:
Si no fuera por la piedra,
que me mantiene,
fuertemente, a mí adherido,
ya mi corazón habría salido
de mi pecho
para buscarte por el mundo…
Y de tanto buscarte,
quién sabe si me hubiera
ahogado de caminos,
de soledades, de silencios,
de olvidos,
o habría anclado en una estrella.
Porque no sé si mi corazón
que llevo y que me lleva,
será capaz de ir a pie
hasta el manantial de mis
alas que es tu ternura…
Porque no sé si mi corazón
tiene ya sentidos como para
orientarse,
en lo indescifrable del espacio,
en lo inocuo de la luz,
en el vacío sepultado en la
piedra,
para que me guarde
hasta de limitado hacerme
ausencia y hasta muerte…
Porque no sé, si a costa de
la piedra,
mi corazón podrá crecerte
hasta los ojos
para inundarte con sus
pétalos y aromas
los mismos que la piedra me
prodiga
para hacer tu recuerdo…
TOMADO DE CELENDÍN LIBRE
ALFONSO PELÉZ
BAZÁN
Este gran
escritor, ganador del Premio Nacional de Narrativa en su primera convocación,
en 1944, nació y murió en Celendín (1904-96). Sus padres fueron don Eleuterio
Peláez Portocarrero y doña Celia Bazán Velásquez Estudió primaria en Celendín y la secundaria
en los colegios San José de Chiclayo y Guadalupe de Lima, que fueron escenario
de sus primeras inquietudes, puesto que ya en aquel tiempo incursionaba en el
periodismo local.
Sus
primeros años de vida transcurrieron en el campo, en las haciendas Chorobamba y
Opaván, propiedad de sus padres. Allí nació su amor por la naturaleza y su
identificación con el hombre del campo. Casado con Blanca Pérez Quevedo, tuvo
ocho hijos. Enseñó en el colegio Celendín, hoy Coronel Cortegana. Fue subprefecto de Celendín en dos ocasiones.
Su opción por los campesinos explotados, como fue el caso de los de la hacienda
Pallán, y su inconformismo frente a lo incorrecto, hicieron fugaz su
permanencia en el cargo.
El año
1944 se presenta al CONCURSO NACIONAL DE FOMENTO A LA CULTURA. El jurado
calificador estuvo conformado por José María Arguedas y Clemente Palma entre
otros. Alfonso Peláez Bazán al obtener la más alta calificación en el referido
evento se hizo acreedor al máximo honor cultural en el campo de la literatura:
PREMIO NACIONAL RICARDO PALMA. El Ministerio de Educación publicó entonces el
libro "Tierra mía", que recoge su producción literaria de entonces,
junto a las de Porfirio Meneses y de Francisco Izquierdo Ríos.
OBRA: “Tierra Mía,
“Cuando recién se hace
santo”
-
“Naticha”
-
“Reportaje en tres dimensiones”
-
“Espina de Maram”
-
“Sin título”
Ha dejado novelas inéditas y una colección de cuentos, que incluye la hermosa historia “El niño y la mariposa” y los agudísimos relatos “El Chino” y “Los sobres
Este gran escritor, ganador del Premio Nacional de Narrativa en su
primera convocación, en 1944, nació y murió en Celendín (1904-96). Sus padres
fueron don Eleuterio Peláez Portocarrero y doña Celia Bazán Velásquez Estudió primaria en Celendín y la
secundaria en los colegios San José de Chiclayo y Guadalupe de Lima, que
fueron escenario de sus primeras inquietudes, puesto que ya en aquel tiempo
incursionaba en el periodismo local. Sus primeros años de vida transcurrieron en el campo, en las haciendas
Chorobamba y Opaván, propiedad de sus padres. Allí nació su amor por la
naturaleza y su identificación con el hombre del campo. Casado con Blanca
Pérez Quevedo, tuvo ocho hijos. Enseñó en el colegio Celendín, hoy
Coronel Cortegana. Fue subprefecto de
Celendín en dos ocasiones. Su opción por los campesinos explotados, como fue
el caso de los de la hacienda Pallán, y su inconformismo frente a lo
incorrecto, hicieron fugaz su permanencia en el cargo. El año 1944 se presenta al CONCURSO NACIONAL DE FOMENTO A LA CULTURA.
El jurado calificador estuvo conformado por José María Arguedas y Clemente
Palma entre otros. Alfonso Peláez Bazán al obtener la más alta calificación
en el referido evento se hizo acreedor al máximo honor cultural en el campo
de la literatura: PREMIO NACIONAL RICARDO PALMA. El Ministerio de Educación
publicó entonces el libro "Tierra mía", que recoge su producción
literaria de entonces, junto a las de Porfirio Meneses y de Francisco
Izquierdo Ríos. OBRA: “Tierra Mía, “Cuando recién se hace santo” - “Naticha” - “Reportaje en tres dimensiones” - “Espina de Maram” - “Sin título” Ha dejado novelas inéditas y una colección de cuentos, que incluye la hermosa historia “El niño y la mariposa” y los agudísimos relatos “El Chino” y “Los sobres”. Al leer sus cuentos cobran vida inusitada el cerro, el río, la piedra, el campo; se siente fresco el aroma de las retamas, los eucaliptos, la leche recién ordeñada, el pan cocido en horno de barro; se escucha estentóreo el bramido del toro, el ladrar mañanero de un perro, el rebuzno del burro mohíno, el canto de la mozuela que lleva el ganado al bebedero; el griterío alegre de los niños; la voz ruda del hombre del campo. Y los niños, siempre los niños, dan la nota de ternura a las historias de don Alfonso Peláez Bazán, uno de los grandes talentos celendinos. ANTONIETA
INGA DEL CUADRO (Celendín)
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Poetisa y profesora peruana, nacida en Celendín 1939. Graduada en
Educación, Literatura y Lingüística en la UNMSM. Realizó estudios de
perfeccionamientos y post-grados en Lingüística en Colombia (1964), Uruguay
(1966), Puerto Rico (1971), España (1973) y República Dominicana (1984). Laboró como docente en la Facultad de Letras de San Marcos. Sus poemas
han sido publicados en las revistas Haraui, Trotamundos y Jelij. Colaboró con
artículos de crítica literaria en la revista Oiga y el diario La Prensa. “Otra Armonía Todo”, su magnífico
libro de poemas,define a “Antonieta Inga como orfebre, trabaja cada palabra, cada una de las
imágenes, con el propósito de emboscar al tiempo, al amor, a los recuerdos y
los sueños. Y no pocas veces su poesía se emparienta con la filosofía para
subvertir el silencio. (…) su poesía nos apremia. Fuente: Poetas del s XXI de
Fernando Sabido Sánchez |
Te quiero como para que seas yo
Para que no te pertenezcan tus gestos
Para que solo yo exista siendo tú yo
Para que mi mirada no tenga que seguirte
Para que yo no espere escucharte
pendiente de tu casi palabra
de tu casi silencio
de tu casi mirada que ardo
por saber dónde termina:
aquí, allá,
en ti
en nada
en risa
a la distancia
en el ayer hoy
en el ayer mañana…
Te quiero como para que tú
me quieras desde mí
con todo lo que yo te quiero
Para que te poses y crepites
en cada tú
queriéndote ya los dos: tú y yo
mirándote ya los dos: uno en mí
¡Para qué desplegarte tú
¡En cada abrir de tu mano!
¡Para qué estarte tú
en cada cosa que te mira
en cada palabra en que te brindas
en cada mirada en que te repites
en cada yo que te desvive
en cada tú con que me nombras!
EXTRAÍDO DE “CHUNGO Y BATÁN” DIC 2012
MANUEL SÁNCHEZ ALIAGA
Nació en Celendín en 1939. Profesor, poeta, periodista, narrador y actor de teatro. Estudió en la Universidad de Educación Enrique Guzmán Valle “La Cantuta” En su tierra natal fundó y dirigió periódicos y revistas “Ecos”, “El Golpe”, “Marañón” que alcanzó más de 30 números. Ha colaborado como articulista en diversos medios escritos.
El Dr. Luzmán Salas Salas,
renombrado crítico cajamarquino, al referirse a don Manuel Sánchez Aliaga,
expresa: “Es un apasionado y perseverante promotor de las manifestaciones
artísticas, literarias y culturales de Celendín. ...en sus poemas descubrimos
variados matices temáticos, pero sobre todo la expresión de su acendrado
lirismo a través de felices recursos poéticos”.
Obra: Resplandores en la bruma. 2011. Poemario.
Pláticas del viento. 2009.
Narrativa.
TOMADO DE WEB CAJAMARCA- SUCESOS
En el 2011 es condecorado con la Orden “Alfonso Peláez Bazán” por su destacada participación en el género literario Cuento.
Celendín
A
las seis de la mañana en San Isidro,
tendido
en la alfombra de esperanza que allí crece,
contemplo
la planicie de mi pueblo,
la
corona roja de sus tejas.
Sus
jirones rectos simulan un tablero
de
ajedrez es decir de sus hijos,
de
peruanos y extranjeros visitantes
que
repiten su regreso con pretexta
cuando
al fin te conocen, suelo mío.
En
medio de tus calles empedradas
corriendo
cantarinas las acequias,
relucientes
paredes encaladas,
la
esmeralda envidiable de tus huertos,
mi
perdida niñez siempre te recuerda.
El celeste intenso de tu cielo
con
una que otra nube peregrina en el verano
han
hecho exclamar en loa tuya
a
los admirados ojos de la gente:
Del
Edén si ha huido el Cielo,
este
Azul de allá ha venido
porque
ama a Celendin.
Me
parece eso tan cierto,
que
orgulloso a todos digo:
Todo
el Edén es mi tierra,
y
mi tierra es Celendín!
El
Jelig impotente enfrente mío
de
sensuales curvas en su cima
me
hace anhelar el transponerlo
e
ir a refrescarme al Marañón.
Alejarme
de ti nunca quisiera
Celendín
adorado, patria mía,
y
dormir el sueño eterno en tus entrañas
es
la única ilusión
de
este sin lauros poeta
que
hoy a cantarte no atina
como
te mereces y él quisiera.
JORGE WILSON IZQUIERDO
Nació
en Celendín el 28 de agosto de 1941. Poeta, escritor, autor
teatral y periodista peruano. Estudios primarios en la Escuela Nº 81, los
secundarios en el entonces Colegio Nacional Javier Prado, hoy Coronel
Cortegana. Los superiores en la Escuela
Normal de Cajamarca, luego siguió estudios de post grado de Letras en la
U.N.M.S.M. de Lima.
Se
inició en la docencia en la escuela primaria Chalán, luego en Huañambra y posteriormente
en el Centro Base de Celendín.
Ha
ejercido el periodismo en diferentes órganos locales de la región y el país,
como en Celendín La Revista Marañón, La Industria y Nuevo
Norte de Trujillo, El Siglo y Cajamarca Ilustrada de
Cajamarca, Orbita de Lima y actualmente en el quincenario El Shilico que
se edita en la ciudad de Arequipa.
Obra:
- Vallejo
echase a andar. 2013.
- Tempranías
moduladas. 1ra. ed. 1987. 2da. ed. 2007.
- Cráneos
profundos. 1ra. ed. 1970, 2da. ed. 2002.
- Fueron
ellos…. 2001.
- Mi
Canto a Chalán. 2000.
- De
hace tantos años.1999.
- Recogiendo
mis pasos. 1999.
- Cara
a cara con la muerte. 1991.
- Bloque
desnudo. 1989.
- La
leyenda de la cruz. 1985.
- Tragedia
del Trueno. 1982.
- Celendín.
1981.
- Marañón.
1977
- El
hombre lejano. 1973.
- ¡Sangre
y arrojo! 1972.
- La
Leyenda de la Cruz. 1965.
Inéditas:
- Los
amigos de Vallejo.
- Vallejo
Travesía Lacerante.
POEMA
La
soñé paradita en su puerta
ante insondable nocturna distancia
Sus lívidos brazos bajo los senos
Tenía el labio triste y albos los ojos.
Pasé alumbrando su faz afligida
y su lánguida rosa cayó sobre el pecho
Había tanta pena y tristeza
que dio un nuevo canto agorero un gallo.
Pensé en sus manos, flores amargas
y en los caminos, rondas sin luz
La soñé paradita en su puerta
como lo hacía una tarde cualquiera.
Mira, piensa, tiembla y…
entrando a su cuarto me quiere llorar
DAMAYANTI
Deja mirarme en la hondura
de tus ojos
en el arco de tu frente delicada
pondré muchas plegarias de hinojos
bajo la columna de tu pecho lacerada.
No vayas todavía a persignarte, falta,
vuelven muchas tardes espantadas.
Contempla la luna y está que alta!
mira las cumbres, están petrificadas.
Sí. Ya recuerdo. Tú me lo dijiste,
pero ahora ni parece cierto
ni parece que para siempre fuiste.
Tu pañuelo es un lino generoso
habla de cosas que han muerto
y llora con un llanto tembloroso.
Publicado
por Constante Vigil
Jorge Díaz Herrera (Cajamarca, 1941) ha ejercido la docencia
universitaria en Cajamarca, Trujillo, Lima e Iquitos, y ha sido profesor
invitado en universidades de España (Madrid, Barcelona, León, Islas Baleares).
Es licenciado en literatura, cuenta con estudios completos de doctorado en
dicha especialidad y ha realizado investigaciones de filología en la
Universidad Complutense de Madrid.
Ha recibido numerosas
distinciones, como el Premio Nacional de Fomento a la Cultura "José María
Eguren", en 1972. Ha publicado los poemarios Orillas (1964) y Aguafiestas
(1974); las obras teatrales Comanche (1970), Ver para correr
(1968) y El diablo también come uvas (1768); los libros de cuentos Alforja
de ciego (1975), Mi amigo caballo (1980) y Cuéntame lo que nos
pasa (2004); y las novelas La agonía del inmortal (1985), Por qué
morimos tanto (1995), La colina de Irupé (2003), El Ángel de la
Guarda (2005) y Pata de perro (2007). Respecto a la literatura
infantil, ha publicado la obra teatral Los duendes buenos (1964); la
narración poética Parque de leyendas (1975); la colección de cuentos
Historias para contar, jugar y cantar (2005) y Sones para los
preguntones (2005); y los libros Abecindario, Tabla de multibrincar (2006)
y La gran hazaña (2007). Entre sus ensayos figuran El humor en la
poesía de Vallejo, Contra el Eguren que no es y El placer de leer
a Vallejo en zapatillas. Sus crónicas están dispersas por revistas y
periódicos nacionales y extranjeros.
Ha participado en diversos
encuentros literarios dentro y fuera del país y residiendo por temporadas prolongadas
en Europa. (Claudio Carmona)
cuento
EL CRUCE
Cuando llegó a la
cima de la montaña, el caminante divisó otras montañas. Buscó una sombra y se
tendió a dormir. Por la mañana prosiguió su camino y volvió a ascender a la
cima de una nueva montaña, desde donde divisó otras y otras montañas.
Se sentó al borde de una cueva, volvió sus miradas
hacia la lejanía recorrida y se hundió en largas cavilaciones, y echaré a la
suerte mi destino. Arrancó una flor y la fue deshojando, y el último pétalo me
dice que continúe.
Cuando al fin
llegó, preguntó por la calle que llevaba anotada en su cuaderno y, ya frente a
la puerta indicada, llamó dando fuertes golpes a los que nadie respondió.
Entonces llamó a la puerta vecina y salió una mujer quien, señalándole las
montañas por las que él viniera, le dijo: hace tiempo que el dueño se fue por
allá, en busca de una persona que ahorita mismo se lo digo.
ALFREDO PITA
Nació en Celendín en
octubre de 1948. Narrador, poeta y
periodista. Escritor, laureado en el Perú y en el extranjero, y sin duda uno de
los principales de su generación, vio la luz en una casa de la tradicional
Plazuela de la Alameda. Recibió el decidido apoyo de su maestro, don Pelayo
Montoya Sánchez, quien adivinando las inquietudes que bullían en el futuro
artista, tuvo el pálpito de publicar sus primeros poemas en el Periódico mural
de la escuela. Creció en una vieja casona de la calle Ayacucho, bajo la tutela
ilustrada de su tía abuela, la recordada maestra Victoria Díaz Mori, quien le
inculcó el amor a la lectura y puso a su alcance obras de algunos grandes
nombres de la literatura universal. También fue apoyado por la señorita Malena
Peláez Pérez, quien no fue su maestra, pero sí le abrió su biblioteca, con una
condición: que se lavara bien las manos antes de abrir sus libros. Todo esto
determinó en él su vocación innata de escritor.
La Primaria la hizo en Celendín, viajando luego a otros lugares. En Chiclayo, en 1966, ganó el premio Poeta Joven, en el marco del Primer Encuentro Nacional de Poetas Peruanos. Posteriormente estudió Literatura, Sociología y Periodismo en Lima y París. A partir de 1970 trabajó en diversos medios de prensa peruanos, comprometido con las luchas sociales de ese tiempo. Alfredo Pita ha sido galardonado con los diversos premios.
Extraído de Jorge A. Chávez Silva CELENDÍN PUEBLO MÁGICO
ENTRE OTRAS OBRAS QUE LO
SITUAN COMO RECONOCIDO ESCRITOR PERUANO.
III
Despertamos cada día
para cumplir
los programas insulsos / las agendas / los horarios
para sonreír a gentes
incapaces de ver
en nosotros otra cosa que ese gesto maquinal.
¿Tú los crees capaces de soñar con tu voz
de imaginar siquiera que
bajo el puente Mirabeau corre el Sena?
Sin embargo,
retornando
al despeñadero
era bella tu voz
y junto a tu flauta
que a veces no respondía en los agudos
en aquella ventana que se abría
a las arboledas de Massy-Verrières
tu voz
corre
(o transcurre si prefieres)
todavía
bajo mis puentes.
Tu voz
limpia a veces
áspera y lenta
a veces
continúa batiendo mis cimientos
continúa lavando
las algas
de los arrepentimientos
innumerables.
JORGE HORNA CHÁVEZ
JORGE HORNA CHÁVEZ Nació en
Celendín el 15 de abril de 1949
Profesor, poeta, escritor. Estudios primarios en la
escuela N.º 877 del maestro Hernando Velásquez. Los secundarios en el
Colegio Nacional Javier Prado, GUE. Coronel Juan Basilio Cortegana.
Se graduó de profesor primario en el Instituto Pedagógico de Celendín.
Su obra poética es abundante y varios de sus poemas
han sido publicados en las revistas: Arteidea, Qlisgen, Lluvia, Jelij, Buen gobierno,
Pestaña Matinal. BlogSpot Espinas de Maram.
Obra:
- Árbol
de atisbos. Lima, 2008.
- En
los labios de Celendín. Lima, 2004.
- Llueve
a cántaros. Lima, 1999.
Caminito de Huancayo.
Surcos tonados cautivantes
agua que apura chacras verdor
guijarros Mantaro tiemblan arpas
polleras afinan su color, violines
retumban saxofones en laguna Paca
ecos pasacalles laderas El Ingenio
ritmo viandante ánimo humedecido
danzantes cosecha viva
mano a mano con doña Zenaida Laura
reverente paso
Ancestros patria amada
con Eulogia Rojas también
abrevadero de esplendores
círculo abierto siglos
tierras fiesta rurales ritos
lluvia licor que serpentea
roja teja cumbreras humo
acuarela Jauja
colinas de Concepción.
Publicado por Constante
Vigil LA ESPINA DE MARAM
PAZ
I
A veces
la paz es paloma
a veces, sosiego
Para unos “la paz de los campos”
para otros “la paz de los cementerios”
II
La voz de los pueblos
de los ríos
de los sueños
corean la paz.
Multitudes navegan
diluyendo fronteras
III
La Paz no admite egoísmos
Es la balanza justa de la historia
Solidaridad que sepulta orgullos
Pan madrugador
en la gran mesa mundial
La paz es a veces paloma
A veces sosiego
Que en paz descanse
La guerra
DESVELOS AMOTINADOS
El agua custodiada bajo una sola llave
en el alto secreto de las yerbas
del campo,
su torrente derramado en el
tiempo
por las jalcas el río
Jadibamba
fluye desafiante al frío
en el valle llanguatino
el nítido compás de los
peces shagame
en las orillas intemporales
de Huasmín y Sorochuco,Conga
Caminito de Huancayo.
serena media esfera donde cabe
el mundo espejo de los
trigales,
la papa y los pastizales
que se enarbolan en la
laguna El Perol
La cerradura colectiva sólo
pertenece
por decisión de los Apus
a los vigilantes que
levantan con sus manos
entrecruzados colibríes y
relámpagos
a cada instante en sus desvelos amotinados
GRACIELA CONSUELO LESCANO
MERINO
Hija De don Antero Lescano
y de doña Consuelo Merino. Nació en Lima
el 1 de agosto de 1947, y desde los 3 años fue a vivir a Celendín con su abuela
materna. Los estudios los realizó entre Celendín y Lima. Se casó en 1968 con el Profesor Miguel
Rodríguez Murrugarra, vivió en Cajamarca.
En 1976 inicia su trabajo en el Archivo Regional de Cajamarca.
Es allí que tuvo contacto
con documentos antiguos que daban fe de la historia shilica en un periodo aún
no documentado. Esta importante
inquietud nació la publicación de su libro “El Adviento de Celendín”. Ha recibido varios reconocimientos en
Cajamarca y Celendín hasta su fallecimiento.
De su libro extraemos:
LOS OBRAJES
Sempat Asadourian dicen que eran
talleres manufactureros que concentraban varios cientos de trabajadores,
imperaba un sistema de división de trabajo, que especializó a los indígenas en
una operación parcial.
La corona facultó el funcionamiento
de los primeros obrajes porque sus productos no competían con los de España,
pero a partir del siglo XVIII se dieron ordenanzas para suprimir los obrajes
peruanos con la pretensión de estimular la economía española, esta política
terminó cuando en 1668 la corona ofrece el recurso de las Composiciones a los
propietarios de obrajes que no tenían autorización real.
Los obrajes se ubicaron en la sierra
por encontrarse allí las estancias ganaderas que eran las abastecedoras de lana
y además por el contrario con agua de los ríos para el funcionamiento de los
telares y para el lavado de las telas teñidas.
Los obrajes convirtieron a la sierra peruana en el centro manufacturero
más poderoso de América.
Fernando Silva Santisteban sostiene
que el trabajo en los obrajes fue extremadamente arbitrario y degeneró en una
explotación sin límites. La situación de
los nativos era sórdida, el trabajo empezaba al rayar el alba y terminaba
cuando se iba la luz del día.
Según las ordenanzas, los indios señalados para la mita de los obrajes
asistían veintiséis días al mes, trabajando nueve horas diarias. La duración de la mita obrajera, según las
ordenanzas del Virrey Toledo, era de un año, el Conde Santisteban la reformó a
seis meses.
Toledo dispone el pago del jornal,
con la siguiente escala para mayores de dieciocho años: tejedores y percheros
veinticuatro pesos anuales; además un trozo de carne y sal. Los hiladores, cardadores, lavadores y
canilleros veinte pesos más carne y sal.
Para menores y ancianos trece pesos anuales. Se les vendió baratijas a precios enormes, el
trabajador salía debiendo al obrajero, como podemos apreciar se cometían abusos
tremendos. Los obrajes arrendados eran
los que tenían las peores condiciones de trabajo.
GUTEMBERG
ALIAGA
Nació el 08 de marzo de
1945 en Sucre, Celendín, sus
estudios secundarios los realizó en el colegio "Javier Prado" de
Celendín y en el Colegio "San Ramón" de Cajamarca, sus estudios
superiores en el I.S.P. de Celendín, graduándose como profesor de Educación Secundaria
en la Especialidad de Castellano y Literatura. Docente en Sucre, en el I. S. P. "Arístides Merino" de
Celendín y en el Instituto Superior Pedagógico
Hno. "Victorino Elorz Goicochea" de Cajamarca.. Gestor y cofundador de la Asociación Sucrense en Cajamarca
(ASUC). Cofundador de la prestigiosa revista El Labrador, editada
en Cajamarca. Columnista de la revista Eco Sucrense, editada en
Lima.
Obra:
-
Avatares... y relatos al paso. 2011.
-
Personajes de la Historia Sucrense. Coautor con Olindo Aliaga Rojas.
2008.
-
Fibras del tiempo. 2003.
-
El sueño del floripondio. 1999.
-
Llanto en el río
-
El sino del batán
-
Corazones de hielo
LA BURRA PACLA
Un Manuel Díaz Gonzales, ciudadano representativo del distrito de José Gálvez, había comprado de uno de sus parientes un fundo llamado Mapish a orillas del caudaloso río Marañón. El fundo es muy extenso; por decir lo menos, goza de clima cálido, templado y frío; en tal sentido, existe todo tipo de productos: en la zona cálida y templada abundan las naranjas, paltas, mangos, cacao, café y otros frutales. La zona fría está poblada de ganado vacuno y caballar, muchos de ellos en estado salvaje.
Un
buen día, don Manuel Díaz, en compañía del amigo y compadre de su hijo
Francisco, llamado Raúl Zamora, más conocido en todo el pueblo como Pashelo,
deciden llevar a vender a la Plaza Pecuaria de Celendín una hermosa burra.
Ya en la Plaza Pecuaria, uno de los aficionados negociantes se antoja de la burra, cuyo único defecto era tener una de las orejas caídas, a lo que los lugareños le llaman oreja pacla.
Interesado como estaba el negociante campesino, preguntó por el precio y don Manuel, dando a demostrar el no querer venderla dijo: la burra es tierna y mansa y su precio es de 200 soles. Ipso facto el comprador ofreció 100 soles. Acá se produjo un picaresco y entretenido diálogo entre el comprador y el acompañante de don Manuel, mejor dicho Pashelo.
-200 soles y llévalo con soga y todo –dijo Pashelo.
-100 soles les doy al toque, además que, pue, la burra es pacla. A lo que Pashelo le respondió: -Mira hermano, ¿para qué lo quieres la burra? Para carga –le contestó. Entonces para eso está de primera, al no ser que lo quieras para telefonista. Allí si te doy la razón. Asó concluyó esta transacción comercial.
TOMADO DE CHUNGO Y BATÁN
DANIEL SANTOS GIL JÁUREGUI
Nació en Celendín en 1966. Radica
en Cajamarca y ejerce la profesión de abogado y la docencia universitaria.
En "plaquettes" y
en revistas ha publicado sus poemas desde el año 1990. Su primer libro: COMO LA
RAMA OCULTA DEL ARCOÍRIS, publicado con el auspicio de la Universidad Guillermo
Urrelo (Cajamarca, 2011).
Para disfrutar del arte
literario de Daniel Santos Gil entrelazamos algunas ramas de su arcoíris:
Infancia
Volveré sin duda al calor
de la vieja casa de adobe
En cuya cumbrera que miraba
al poniente
Una tarde de mayo
Cantó un zorzal hasta
perder la voz
El mismo corazón que
renunció a sus alas
Para que mis brazos
pudieran cortar el viento
Y a sus azules ojos
Para que mi alma alcanzara
la luz
Me abrirá la puerta
Con sus renovados brazos
abiertos
Como si me recibiera por
primera vez
Quién me abrazará luego no
sé
Pero presiento que
reconocerá mi voz el añoso duraznero
Que apenas ya
Extiende sus oídos por el
patio empedrado
Que ya no es
(…)
Mi padre me dice que nada
es igual
Que el vecino que solía traer
el alba desde el fondo del valle
Junto con su ganado se
llevó
Un amanecer desesperado
El poco de cielo que
pastaba en esta tierra
Nada en efecto es igual
Salvo la casa de adobe a la
que regresaré siempre
En busca de la infancia
JORGE HORNA CHÁVEZ
Agradecemos el
gentil aporte literario de nuestros socios y colaboradores con este blog “La
China Linda” y siempre los esperando para valorar el trabajo intelectual
de nuestras provincias.
8/24/2022 10:33:00 p. m.
Genial, una pronunciada y concisa recopilación, destino literario obligatorio de todo celendino