“La poesía más que a la inteligencia va dirigida a la
sensibilidad; por tanto no ha de ser medida con la vara del razonamiento”, dice
Morita Carrillo.
Escribe:
Luzmán Salas Salas
El tema de la literatura infantil en la educación inicial
es de suma trascendencia porque se refiere al mundo de la sensibilidad
infantil, antes de los cinco o seis años de edad, donde los niños viven la
etapa de la ensoñación, la imaginación, el simbolismo y el encantamiento.
En el Perú tenemos
destacadas figuras intelectuales y literarias que luego de un largo período de
experimentación y teorización nos han entregado estudios serios e importantes
sobre la literatura infantil en los primeros años de edad del niño. Por la
naturaleza del presente enfoque, nos remitimos a algunos de ellos para recoger
textualmente sus invalorables aportes y consideraciones..
Berenice Tupiño y
Roberto Rosario, en la presentación de su tratado La poesía infantil en la educación inicial y básica (1990),
afirman:
Es común el desinterés respecto a la enseñanza de la
poesía tanto en la educación inicial como en el ciclo básico. Esto se debe, a nuestro criterio, a la
escasa bibliografía; pero fundamentalmente a la equivocada creencia de que la
poesía no agrada a los niños. Craso error. La poesía, “lengua materna del
género humano”, como afirma Benedetto Croce, es inclusive anterior al cuento en
la escala de aceptación por el niño. ¿Acaso la madre al acunar al infante no
emplea la poesía en la forma de nanas o arrorrós?
Primero es el ritmo, la melodía, después el contenido. Se
equivocan pues quienes creen que a los niños no les gusta la poesía porque no
comprenden el significado de los versos, cuando en realidad el niño piensa y
habla en imágenes, por su permanente condición de descubridor del mundo que le
rodea y su sorpresa constante. Dice Luis Tejada que la poesía es el
deslumbramiento de la sensibilidad infantil, es el embrujo de la palabra en la
metáfora, es un hálito de palpitante emoción capaz de transformar y transportar
hacia un mundo de ensoñación. Si el niño interpreta el universo en escenas
globales, en imágenes con sugerencias poéticas, mal puede posponerse a la
poesía con el criterio equivocado de que el niño no la entiende.
1. ¿Qué es la poesía infantil?
Octavio Paz dice que la poesía “no es un espejo en el que
nos contemplamos, sino un destino en el que nos realizamos." Es sin duda
la búsqueda de la belleza a través del artificio de la palabra.
No es necesario por
ello comprender el significado de los versos para apreciar un poema, como no es
necesario ser músico para percibir la belleza del canto de un gorrión. No hay
edad, ni sexo, nivel cultural, social o raza, que prime en la apreciación de la
poesía. Es connatural a la belleza de la palabra escrita o hablada.
Morita Carrillo,
distinguida educadora y poetisa venezolana, dice que la poesía “tiene un
parentesco más cercano con las almas infantiles: lleva al niño a encontrase
dentro de sí mismo y hacer uso de sus recursos totales de imaginación, de
sensibilidad, de afectividad; es capaz, en fin de guiarlo hasta el libre
desarrollo de sus facultades creadoras, por su gran poder de emulación.”
Frida Schultz de
Mantovani afirma: “La niñez es la etapa en casi todos los hombres son poetas. Y
el que de hombre lo sigue siendo es porque ha conservado en sus ojos y su
espíritu la virtud de asombrarse.”
Carlota Flores de
Naveda expresa que la poesía “es una de las formas superiores del arte porque
logra la plena traducción de las vivencias del hombre por medio del signo
lingüístico, del ritmo, del dibujo y aun del propio silencio.”
2. Fines de la poesía infantil
La poesía no se
orienta a un fin. Ella es un fin en sí misma. Subsidiariamente se desprenden
las siguientes funciones: social, ética,
lúdica y estética.
Carlota Carvallo de
Núñez afirma: “Debe procurar dar al niño una verdadera conciencia de su
identidad nacional y de la naturaleza que lo rodea, deberá estimular su
imaginación, al mismo tiempo que afinar también su sensibilidad.”
Francisco Izquierdo
Ríos dice: “Debe proporcionar al niño un alto goce estético, despertando en él
amor profundo por la naturaleza, por la vida, por la patria, por la humanidad.”
Mario Florián
expresa: “Debe producir placer y alegría al niño. No debe ser meramente
didáctica o instructiva.”
3. ¿Interesa que los niños entiendan la poesía?
Dora Pastoriza de Etchebarne,
educadora argentina, afirma que “no interesa que el niño entienda la poesía en
su significado exacto. La poesía es palabra, es música, y como tal va dirigida,
ante todo, al oído, camino forzoso para tocar la sensibilidad”.
Juan Ramón Jiménez sentencia que “en casos especiales
nada importa que el niño no la entienda, no lo comprenda todo. Basta que se
tome el sentimiento profundo, que se contagie del acento, como se llena de la
frescura del agua corriente...”
Para gozar la poesía no es necesario que el niño la
entienda. Progresivamente se irá creando en él esa necesidad, pero antes habrá
ganado el espíritu, la música, el sentimiento.
La poesía es anterior a la narrativa, pues no es menester
que se alcance madurez para comprenderla, sino sentimiento para apreciarla,
oídos para escuchar, brazos para agitar.
4.
¿Cómo
enseñar poesía a niños de dos a seis años?
Al respecto decía el connotado y lamentablemente
fallecido poeta y educador peruano Eduardo de la Cruz Yataco :
“La práctica
poética en la educación inicial debe realizarse en los instantes más sosegados,
cuando nada perturbe su asimilación y deleite, El niño debe, pues, estar calmo,
relajado y silencioso cuando la maestra empiece a transmitir oralmente o
recitar con la voz más tierna y melodiosa posible; de esa manera podrá apreciar
el alumno la musicalidad y el diferente lenguaje de la poesía. Debemos recordar
siempre que el primer contacto del niño con la música, con el ritmo y la poesía
se consigue en torno a las canciones de cuna; y que todo ello ingresa por la
vía oral-auditiva.
En los
centros de educación inicial se canta y sigue rítmicamente la música con
movimientos y palmadas; los cantos poseen, muchas veces, letras que
corresponden a hermosas endechas infantiles. Ya tiene, entonces, el pequeño
básica sensibilidad poética. Después de las canciones de cuna o arrorrós, será
paso siguiente el de las canciones escolares del jardín de infantes y luego
deberá continuarse, sin abandonar el cancionero infantil, con los poemas para
niños.
La maestra
debe recitar los versos de educación inicial, memorizarlos y dominarlos en su
entonación, tarea no difícil, pues en el nivel inicial estas creaciones son
breves y cadenciosas; se poseerá mayor libertad que cuando se leen, además de
entablar una comunicación directa con el niño, interesándole mucho más.
La profesora
deberá procurar hacer sentir a los pequeños los matices significativos elevando
la voz, dando lapso vital a los silencios, resaltando las variaciones a través
de ritmos y entonaciones diversas, así como marcando la rima y la sonoridad de
los estribillos y aliteraciones.
No olvidemos
que la poesía es para sentirla más que comprenderla.
En resumen,
debemos considerar que la poesía en educación inicial requiere de lo siguiente:
1.
Un ambiente
propicio lleno de paz y sosiego.
2.
Un proceso
de la música a la poesía.
3.
Proporcionar
íntegramente las creaciones poéticas, sin recortes ni adaptaciones.
4.
Prioritariamente,
recitarse, pocas veces leerse.
5.
Que la
recitación esté signada por la melodía y el ritmo.
6.
Que el
significado de la palabra no perturbe ni interfiera la recitación.
7.
Que los
niños escojan sus poemas preferidos a través de la selección del aula. El
maestro previamente debe haberlos elegido para proponer los que crea
pertinentes.
8.
Que se
considere la conveniencia del recitador grupal.
9.
Que las
ilustraciones acompañen sólo complementariamente y en raras ocasiones, en
especial cuando la profesora lea poemas.
EL
CUENTO EN LA
EDUCACIÓN INICIAL
El cuento atrae a los niños por el argumento, la acción,
los personajes y las vivencias que le producen los acontecimientos. Les encanta
sobremanera ver en ellos recreados los personajes
que conocen, siendo sensibles al triunfo de quienes embargan su simpatía y al
ridículo de quienes aparecen a sus ojos como representando fuerzas negativas.
Sin embargo, es recomendable también que los padres y promotores no sólo les
relaten a los niños cuentos o les
improvisen dramas y poemas, sino que es importante leerles textos para
iniciarlos en el universo de los libros en los cuales está depositado el gran
acervo cultural de la humanidad, mostrándoles que ellos encierran un mundo
encantador y fascinante.
Algunos
consejos sobre el tratamiento del cuento en la educación inicial
Lo que nos dice el destacado educador, poeta y escritor
peruano Danilo Sánchez Lihón (1986) es cierto:
En educación
inicial sé perfectamente que un profesor o profesora se ve limitado por no
disponer de materiales literarios adaptados al desarrollo del niño en edades
menores de 6 años. Sienten que les falta
apoyo de textos para iniciar al niño literariamente. Debido a tal carencia la
educación inicial actual no desarrolla suficientemente contenidos literarios y
las actividades se centran principalmente en las artes plásticas en donde están
más a la mano las cartulinas, pinturas, tintas, etc. Les recomendaría en tal
caso olvidar textos totalmente ajustados para dicha edad, y recrear todo lo que
se tiene aprendido en literatura, haciendo el esfuerzo de ponerlo en el nivel
de los chicos.
Es el
“recreador” quien sabe que para cada situación debe adaptar un desarrollo
distinto y especial de un relato o poema, que debe darle proyecciones y
vivencias propias. De él depende la utilidad o no de los materiales. Para ello,
solo daría las siguientes recomendaciones:
1.
Buscar
siempre situaciones que tiendan a fortalecer en los niños la confianza en sí
mismos, en el hombre y en su grupo.
2.
No irse por
las nubes, sino en lo posible presentar la realidad, recrearla y referirse a
ella.
3.
Condimentar
el desarrollo de la historia con notas de suspenso que anime la historia y
notas de humor que le den gracia y encanto.
Por nuestra parte,
sugerimos lo siguiente:
1.
Usar cuentos muy sencillos y breves,
partiendo de relatos cuyo lenguaje le es muy familiar al niño, lindante con la
oralidad..
2.
Vincular la temática y los protagonistas del
cuento con nuestra realidad.
3.
Narrar con gusto, emoción y expresividad.
4.
En el análisis del cuento, avanzar de la simple memorización hacia la
comprensión, el enjuiciamiento crítico y la recreación.
BIBLIOGRAFÍA
1.
DE LA CRUZ YATACO, Eduardo (1991). Cómo enseñar poesía a niños de 2 a 6 años
(2da. Edición).Lima, Centro de Investigaciones Humanistas “José María
Arguedas”.
2.
LOZANO ALVARADO, Saniel y SALAS SALAS, Luzmán
(1985). Literatura Infantil y Educación.
Lima, Centro de Investigación de la Literatura Infantil y Juvenil del Perú.
3.
SÁNCHEZ LIHÓN, Danilo (1986). Literatura infantil. Magia y realidad.
Lima, Instituto del Libro y la Lectura. Biblioteca Peruana de Literatura
Infantil.
4.
TUPIÑO, BERENICE y ROSARIO ROBERTO (1990). La poesía infantil en la educación inicial y
básica. Lima, Centro de Estudios del Menor.