EL POETA SANTIAGO AGUILAR
EN EL RECUERDO
Escribe: Luzmán Salas
Salas
Mi corazón sufrió en su latido y mi aliento pareció
asfixiarse en sí mismo cuando el sorpresivo mensaje llegó para decirme que el
distinguido poeta Santiago Aguilar Aguilar dejaba de existir. Era el fatídico
día 5 de junio de 2020. Al instante acudió a mi mente el verso de Vallejo:
“Tanto amor y no poder nada contra la muerte”. Pero los poetas nunca mueren,
Santiago Aguilar vive en nuestro recuerdo y permanece en la gratitud de Cajamarca.
Al evocar su imagen de amigo, de hermano y de gran poeta nacional, repito lo
expresado por el poeta peruano Wálter Curonisy:
Los poetas muertos
han de renacer
si los vivos los
regresan del tiempo;
si los vivos los
evocan,
los regresan de la
muerte.
Por los años 70, Santiago Aguilar vivió en
Cajamarca junto a su amada esposa Anita de la Torre Araujo. Laboró
infatigablemente en el área de Impresiones y Publicaciones de la Universidad
Técnica de Cajamarca. Con el laureado poeta Manuel Ibáñez Rosazza fundó y animó
en la tierra del Cumbe el inquieto grupo literario “Trinchera Mágica”. Santiago
fue por estos años un gran impulsor, animador y promotor de diversas
actividades
Santiago Aguilar fue un notable poeta de la vida, de la sociedad lacerada y del hombre pugnando por la justicia y la libertad. Nació en Huamachuco el 20 de enero de 1940. Estudió Derecho en la prestigiosa Universidad Nacional de Trujillo, y trabajó en Relaciones Públicas y Publicidad en el Ministerio de Educación.
Perteneció al prestigioso y fecundo grupo
literario “Trilce” de Trujillo, junto con Teodoro Rivero-Ayllón, Eduardo
González Viaña, Jorge Díaz Herrera, Juan Morillo Ganoza, Manuel y Mercedes
Ibáñez Rosazza, Juan Paredes Carbonell, Gerardo Chávez, Cristóbal Campana,
Miguel Angelats y otros. Organizó eventos culturales nacionales e
internacionales como el II y III Encuentro de Narradores Peruanos, en Cajamarca
y Trujillo, respectivamente.; los homenajes nacional (1987) e internacional
(1988) a César Vallejo. Participó como ponente en el Congreso Internacional
César Vallejo (1988) en Madrid y Toledo, en el I Simposio Internacional de la
Modernidad Literaria en España e Hispanoamérica (Salamanca, 1999). Publicó
entre otros libros: Colección Homenaje a
César Vallejo en el Centenario de su Nacimiento (1992). Dirigió la revista
de literatura.
“Algo te identifica”; editó el Tomo I de César Vallejo/Poesía Completa, y Los heraldos negros. Presidió el Frente
de Escritores de La Libertad; ejerció la docencia en el Instituto “Carlos Uceda
Mesa” y fue Regidor de la Municipalidad Provincial Sánchez Carrión (2003-2006).
Sus obras literarias publicadas son: Tinieblas
elegidas (1964), Mito (1966), Confesiones fuera de almanaque (1970), Barajas para ganar y vencer el tedio (1972), Semilla de viento (1978), Coral de roca (1984), Puerta de espera (1992), La celebración continua (2999), La celebración continúa (2007), Celebración del memorial oculto (2007), Tempestad de la nada (2008) y
Balada de Montonero (novela, 2012).
De mi libro Poetas
de Cajamarca (1986) extraigo algunas líneas en torno a sus primeras obras
publicadas:
Te
recuerdo estival, permanente y fugitiva
como
una torcaza en celo
me
pongo al hombro la noche
de tu melancolía navegable
y junto al último aliento del mar
mi presencia penetra tus ojos desvelados
quiebro mi pasión, el recogimiento voluntario,
derramo mis sentidos.
en las tertulias celebradas sin miedo a la muerte
en las sombras que llegan para que tu luz reviva
o en los calendarios que escogieron tu piel
cuando mi tacto buscaba las huellas de tu entrega.
Coral de roca se constituye en un verdadero pasaporte del poeta para inscribirse entre
los clásicos de la literatura peruana por su generoso mensaje de humanidad. Con
estilo propio, Santiago Aguilar se sublima y eleva a la manera de Pablo Neruda
y de Martín Adán, para ubicar en las alturas de MachuPicchu un nuevo canto,
lleno de amor, esperanza y fraternidad universal:
LA PRIMAVERA INACABABLE
Porque jamás pude
entender el principio y fin de tu equilibrio
te traje a mi
poesía
y
la quiero
tan simple
y germinante
como el aire
y tan
gloriosamente hermosa
como una gota de
rocío.
Y en esto por la única lealtad
que me encadena
a los tesoros de la tierra,
reservo para mi corazón
aquel insospechado sitio
donde
la risa
sin mácula
de los niños
es primavera de pan recién tostado
en la impecable lámpara
Entonces quiero que mis hijos amen
la cosecha sobrehumana
de aquellos que fraternos
se multiplican
y crecen
porque pueden cumplir
lo que piensan y dicen
sin fallar una palabra,
entonces
necesito que mañana
esto que parece elemental
y nuestro
se vuelva leyenda de los
amantes
reencontrándose hasta saciarse
en el manantial
que vio fecundar
tu altura
La crítica literaria peruana no tardó en reconocer la valía poética de Santiago Aguilar. Cito a continuación solo tres apreciaciones importantes:
“Puerta de espera,
pese a su brevedad queda junto a la pluma de César Vallejo y Martín Adán, en la
misma línea de mensaje en torno al hombre y su problemática y en el mismo
mensaje de vitalidad estética.” (César Ángeles Caballero, 1992).
El sincretismo del espíritu del Ande y de Castilla.
La Mancha, en la poesía de Santiago Aguilar, enriquecen nuestro español
moderno.” (Wálter Curonisy, con motivo de la aparición de La celebración continua.” (Diciembre, 2006).
“Aguilar dialoga
creativamente, sin calco alguno, con Martín Adán (La mano desasida) y Julio Garrido Malaver (La dimensión de la piedra) en su Celebración a la piedra; con Ernesto Cardenal (Cántico Cósmico) en su Celebración
a la inmensidad sin nombre; y con Pablo Neruda al celebrar el amor, y con
Vallejo, al celebrar la madre, el padre y su humanísima Celebración perdida. Nexos que hablan elocuentemente de la altura
de su canto y su desafío creador. Estamos ante un heraldo del amor y la
esperanza a escala cósmica.” (Ricardo González Vigil. “Continuidad del canto”
El Comercio, Lima, 2007). Cierro estas
líneas diciendo que Santiago Aguilar no dejará de seguir brillando en el
parnaso encumbrado de la poesía peruana contemporánea.
Y los caminos lloraron tu partida,
el abrazo pendiente se vistió de tristeza,
un café que se
enfría en una tarde gris…
Tu silueta se esfuma
en el humo del tiempo
tu poesía escribe
recuerdos del ayer…
Nos queda tu
poesía, tu verso, tu palabra,
tu sembraste los lirios de un sabio caminar…
Tu porte de caballero, tu sonrisa de glorias
escribió pergaminos de destellos de luz…
Una luz que se apaga, un verso al infinito
una mirada ausente de un largo trajinar,
tu poema se queda dibujando en las nubes,
un Trilce de Vallejo que sueña en despertar y una copa de vino
refleja tu mirada con un poema ausente de luz y de cantar…
Hoy tus versos se
escriben en el matiz del cielo
con solsticios benditos
que sueñan despertar.
entre versos, abrazos y
un canto de amistad
y le rinde tributo al
gentil caballero,
aquel noble Poeta de sabio caminar Don Santiago Aguilar,
quien se quedó por siempre
en un silencio de luna,
en un brindis, un poema
y en la palabra libertad…
Gracias mi noble y dulce Maestro
Santiago Aguilar
… Gracias por su
poesía y por su amistad…
Deilú Elizabeth Oliveros Soto
Derechos reservados
Guillermo Manuel Torres Ruiz
Mensaje: Mi estimado Santiago, tu aventura de viajar hacia un cosmos desconocido nos consterna y entume nuestra alma. Te vas aleteando con tus letras de cariño hacia ese mundo misterioso, escrito en tantos versos que nos dejas como herencia en tus libros. Dejas en nosotros el ejemplo de tu creación, la novedad en tus palabras y el calor de tu amistad en nuestros corazones
Te extrañaremos y esperaremos tu llegada en cualquier tarde de verano para compartir una tertulia de fraternidad. Hasta luego Santiago… siempre vivirás en nuestros recuerdos.
CUANDO SE PIERDE UN AMIGO
se lo despide sin atavíos,
Cuando se pierde un amigo,
arde
en su casa una hoguera
que
se consume lentamente
Y se
Apaga con el viento.
Cuando
se pierde un amigo,
se apaga la luz de los días
porque su risa no se escucha
en el lugar de costumbre.
las promesas ya no existen
y se empieza a recordar
la copa se empieza a empinar
para muy pronto versar
tantos poemas escritos.
Cuando se pierde un amigo,
entre las brumas del tiempo,
nuestra alma se quebranta
porque la pena arrebata.
Cuando se pierde un amigo,
entre la espuma del mar,
pronto su voz se levanta
entre las olas que braman.
Cuando
se pierde un amigo,
se
seca el huerto florido
donde
sembró su semilla
Y el
árbol no vuelve a brotar.
Cuando
se pierde un amigo,
la lluvia se vuelve a secar
Y la fuente no se llena
por el luto de ese hermano.
Y te fuiste Santiago
reclamando a la tarde sus ojos
y avivando el fogón de la
escritura,
con verbos secretos, adjetivos
nuevos
y extraños versos dibujados
en las esquinas de las sombras,
a través del tañer de campanas
internadas en la bondad de tu
alma.
Te vas convocando a tantos
amigos del universo
en ese viaje sideral que has
emprendido,
buscando transformar su otra
vida,
en tantas reflexiones hecho
poesía,
con tus emociones hecho
palabras,
con tus sufrimientos hecho
símbolo,
con tu verdad hecho justicia
en tanta doblez de la humana
existencia.
Santiago
te ocultaste entre el murmullo
de las aguas del Huanchaco
arropado con las letras de la
noche
ocultando tu desnudez en una
hoja de cuaderno
transitando entre los versos de
una tempestad oculta
y cabalgando entre los poemas
de la memoria y La nada.
Dejaste escrito tu nombre entre pergaminos y cortezas de cariño,
bendiciendo a la lluvia,
saciando tu hambre con un mendrugo
de ternura,
hecho de palabras a tu medida,
cargando tus dolores entre
bosques ocultos
y lobos que aullaban detrás de
las mazmorras.
Tú, hacedor de versos, disfrutaste de los siete reinos de la palabra,
de los grises que bailaban
alrededor de nubes escondidas,
anunciando la llegada de un
nuevo sol.
Tus caminatas largas se
hicieron oraciones infinitas
a través de las líneas curvas y
del llanto de las sirenas,
que vieron venir tu muerte
apresurada en una misma pregunta,
en sólo pie quebrado extraviado,
en donde te exiliaste con tu
voz ronca,
en tanto el viento silbador,
ulula nuevamente tus versos de tarde.
Santiago,
quién no conoce tu historia de trovador errante,
de amauta andino, de escritor
de sueños,
de idealista trovador, de amigo
como el pan bueno,
de sincero apóstol de la
verdad,
de analista y filósofo del amor
que contagiaste con tu fe
sincera a tantas generaciones
que aprendieron de tus palabras
y
gozaron de tu fraternal
presencia.
Santiago,
no estás muerto…Vives en
nosotros,
con tu voz sembrando poesía,
con tu blanca estrella,
derramando tinta en la memoria,
esparciendo alegría en el
corazón nostálgico de tantos amigos
que te esperan en su mesa un
sábado de gloria.
Santiago,
tus ilusiones crecerán en los febreros del ande,
a través de tantos coloquios
evocados en tus noches de tertulia,
en un rinconcito del Tisné o en
tu casa huésped de costumbre:
el hostal Cajamarca.
Allí recogeremos en una alforja
serrana
tus conversaciones y tus largas
noches de victoria.
Allí recogeremos tu cansancio,
tus nostalgias
Y tus sufrimientos de amigo inconfesable.
Amigo mío,
desde tinieblas elegidas hasta
tempestad de la nada
cruzaste la línea de la
historia,
encadenando versos a lo largo
de tu estancia en esta tierra;
desde Mito hasta celebración
del memorial oculto
tu vida creció como el agua,
como aceros estampados en
pizarras de piedra;
desde confesiones fuera de
almanaque
hasta la celebración continua
tu poesía engalanó la libertad
de los centinelas de la cultura
de tu pueblo;
barajas para ganar y vencer el
tedio
hizo que el tiempo recorriera
tantos caminos extraños.
Semilla de viento obligó a
crecer al trigo
en el deslizante camino de la
épica peruana;
desde coral de roca hasta la celebración
continua,
tus emociones se supieron en
las esquinas más lejanas del universo
Y en puerta de espera se
reconoció tu valía
de artífice creador de la poética peruana.
Santiago
Tu entregaste tu suerte al
creador, en un sobre cerrado,
sin preguntas y respuestas como
un felino encerrado
en mil prisiones abatidas de
nostalgias y grandes alegrías
Poeta ¿A qué futuro has
viajado?
por encima de escaleras sin
peldaños,
buscando castigos o regando
vergüenzas
como llamas que descascaran tu paciencia
o persiguen tus versos
refractarios
con tatuajes extraños y sombrías
razones
que se desmadejan en corazones
extraños,
que persiguen tus valores y tus
bostezos de incertidumbre,
como aquel cuento, tantas veces
escrito en la piel de tu cuaderno.
¡Oh poeta! que desahogaste tus
emociones ciegas
escribiendo con letras trasnochadas
tus perdidos sueños,
tus oraciones en el viento,
tus inocultables travesuras en
las hojas de los árboles
que en horas de sueño roncan en
diversas estaciones
siempre al lado de una mano
amiga.
Adiós artista,
que con coraje fuiste galopando
junto a los espartanos líricos del silencio,
conjugando alegres voces entre tantas
hazañas sin medida.
Adiós fraternal amigo,
que vas arrastrando tu amistad
encadenada a nuestros nombres,
con sabor a mollete recién
horneado,
en tu enorme álbum de poemas.
Adiós Santiago,
conversador conspicuo,
pensador de proyectos,
inventor de nuevos términos,
compañero del diccionario
antaño,
que fue desparramándose en la enorme fuente
de la piel arrugada de tus
libros
y que en la tarde reflexionaba
tantos fonemas de cariño.
Adiós amigo,
que hiciste de la vida un
exitoso juego de palabras.
Adiós poeta, hermano, narrador
de historias encantadas.
Adiós Santiago,
te estaremos esperando en
cualquier otoño,
en las esquinas de nuestras
horas,
a través del silencio de una tarde
de aguacero.
A Santiago Aguilar
Disipadas ya las sombras,
volaste a bordar el cielo
de Anita con tus versos
descansa en Paz Santiago.
Sara Gutiérrez Sisniegas
CONVERSEMOS CON LA
POESÍA DE SANTIAGO, EN ESTOS FRAGMENTOS DE ALGUNOS DE SUS LIBROS:
Amigo de infatigable
existencia, aquí recordándote, tus amigos de Cajamarca, pocos, pero somos, para
compartir tus cuitas versadas en incontables poemas, escritos, ensayos,
revistas, periódicos, 100 libros por los Cien Años de Vallejo, escribiendo
hasta el fin de tus días. Consumías la
vida, sin dejar un segundo de beberlo en su profundidad de espacio y de
tiempo. Tomabas el mundo, ese mundo que
tantas veces te hizo saborear los golpes de tu entrañable César Vallejo,
Cansados tus pies hasta el dolor, seguías recorriendo las calles infinitas de
tu creación continua. ¡Ah Mensajero de
asombros! Eras poeta de pies a cabeza, en tus cuatro estaciones, en tus días
luminosos, en las noches de oscuridad penetrante. Tanteabas el lápiz tan solo con la luz de tu
pensamiento y sentir, brotaban los poemas notables, que tuviste el cuidado, de
irlos guardando en sendos libros que hoy heredas a la posteridad literaria del Perú
y del Mundo.
Aún recuerdo tu voz del pasado
3 de junio del 2020, si mal no recuerdo, un ratito antes de que entraras a sala
de cirugía, cómo iba a pensar que te estabas despidiendo para siempre, amigo de
cada día. A los pocos días ya te habías
ido con tu morral de libros, para que los conozcan y brillen desde el cielo
también. Te acuerdas, nos reímos tanto, cuando
en el PPT por el 20 de enero, te saludé tempranito por tus “ochenta décadas”
Despacito me dijiste, está bien que me saludes por cumplir años, pero 80
décadas, ni Matusalén. Incontables
recuerdos y anécdotas amigo. Compruebo que la amistad es lo mejor que nos pudo
pasar. Los amigos están allí, aún
después que hayan partido.
Este grupito de amigos queremos celebrar tu vida aquí y en el
parnaso eterno. ¡Eres grande Santiago!
ojalá tus hijos, la familia, los amigos,
como lo hizo GEORGETTE, promovamos que tu obra
literaria se conozca, se valore, se difunda.
¡Feliz 81 años Santiaguito!
Tu
recuerdo y tu obra vivirán por siempre
Isabel
Venid a galope musas tutelares del universo antidinástico del hombre. Contra viento y marea, compartid la obra maestra de Dios en vuestras manos.
(Venid en Galope)
Al final del túnel las cuentas no pagadas
teñirán las hondas huellas de mi turbulenta
presencia, en estas Tribus del Señor,
y no será al primer golpe de la mañana
donde me tenderé a buscar una justa salida
al serpenteante trance de mi vida
(Sigiloso de infinito)
¿Entonces a qué árbol hemos de arrimarnos hasta encontrar nuestra propia sombra?
(Están glorificadas nuestras fosilizadas cadenas)
A NOEMÍ:
Noemí, espíritu del viento dime: ¿Cuándo y quién, tan alegremente recorrió tu piel silvestre y, abrió, en tus labios navegables, aquellos arrebatos escondidos en lo profundo de tu copa divina de mujer, para entregarme, hoy, abiertamente la estupenda y letífica gestación de tu existencia?...
(Noemí espíritu del viento)
Noemí, espíritu de los ríos ¿por qué tus labios son indemnes manantiales donde mi hombría baña sus pesares, al fin de sus jornadas transitadas por el desamor.
¿Cuándo el rito de tu piel, fluyente y cimbreante inundará el cauce de mi
esperanza, anunciando la fiesta mayor de nuestros sueños?
(Noemí, espíritu de los ríos
DIARIO DE LOS SENTIDOS:
Nací para vivir, para vivir tan intensamente, como si en cada instante estuviese jugando la insólita baraja del último tímido resuello de mis cotidianos trajines o como si terminase, de beber, el postrer sorbo de mi presencia en él, tierno, primer latido del seno de mi madre, por eso, jalono y burilo, diariamente
(Buscando la misma
ruta de nuestra ventura)
Por ti el Divino Creador ha coronado, mi alma con un diamante que da a mi existencia su generoso e inmenso brillo”
(Con los pinceles dejados por el Hacedor)
DE ROGELIA AL INFIERNO:
latidos de mi pecho
partan a tu lado
en el agorero trino
de las viajeras alondras,
o cuando mi poema
escrito en la espuma del mar
te recuerden con mi nombre,
por favor te pido
dejes entonar
a la citara de tu alma
la celeste sinfonía
de nuestro
amor eterno.
(Esto es igual a tu alegría)
¡Oh mi Dios!
Tu Esencia
husmea la
carne mortal de mi humana pregunta…
ahora que
mis raíces claman
estés en
mí cual alimento diario
para que
cando salga a compartir mis pesares
beba el
dulce sorbo de tus sentimientos…
y mi pena
entonces
sea igual
a tu pena
sin que
las desgracias
de
arteros recuerdos
aterren
la conciencia de mi cobarde guarida.
(Celebración de la inmensidad sin nombre)
El abuelo
Padre
por
habernos trazado la primera ilusión de nuestras vidas…
semilla
esta
celebración que se enciende en tu nombre y sin haberlo
pedido
nunca
rodea mi
memoria como cuando solía reunirnos
a punta
de silbidos en el patio de la vieja casa que hoy sin él y
sin tu
calor
está tan
huérfana
como el
lienzo donde jamás podré plasmar aquellos colores
de mi
alegre infancia.
(Celebración del Padre)
La vida
entonces no es hermosa porque
yo lo
diga
la vida
es hermosa cuando tú la vives como una golondrina
que
levanta su vuelo y
se mete
en el aire para saber que existe o
eres la
voz que encuentro e la tierra de mis primeros
pasos
(Celebración del amor)
En esta celebración
Madre
quiero
dejar
cuanto de
ti habitan mis caminos…
cuanto de
ti comparten los árboles donde columpiabas la
triste huella
de mis sueños…
y cuanto
de ti me falta cuando
doy cariño
a mis hijos que son tan míos y tuyos como el aire
ancestral
que respirábamos juntos.
(Celebración de la Madre)
CELEBRACIÓN DEL MEMORIAL OCULTO:
Hay un recorrido de espanto inocultable en nuestra sangre
que
perdida
en las
ruinas de la historia
rumia la
poca fe del miedo
y camina
a tientas
su edad
perdida en la perfidia de su canto cruento
mientras
estruja la alucinada estatua de la belleza informe…
(cinco)
Hay un espacio
gratificante entre tu dimensión y la mía.
(siete)
Hay un manto en el horizonte que abriga mis ensueños
y es mi
padre cuando en la isla tenebrosa del infortunio}
donde
presto está con su socorro para redimir mi duda
y otra
vez llena de infancia
la
mochila vacía sin aliento
que un
día vacié sin darme cuenta de que la niebla bajaba
muy de
prisa y sin remedio
hasta mis
magullados años.
(ocho)
Con qué derecho Santiago
acurrucas
tus recuerdos en el ataúd
donde las
abuelas espantan las moscas
de las piedras
amorfas de tu memoria
para que
aquellos favores del agua fosforescente
plegados
en el yugo de tus presagios acuarelen esta tarde
en que
mujeres salidas de los osarios del tiempo
una vez
más
intenten
templar las lianas de tu edad
que se
inclinen en el sabor revenido de tu mirada
en trance
de hollar esas penurias
que un
día se apoltronaron en tu vida…
(Celebración de la culpa)
TEMPESTAD DE LA NADA
Nosotros Hombres
sin motivo
ajamos cada vez más fieramente
la dulzura de la vida
su vejez,
su diluvio,
su viaje,
su camino.
(Sin motivo)
Puedo
concluir.
Mis
pulmones se aplastan
de frío
y
Tengo la piel de mi pueblo
brutal
e inválido.
Soy su arcilla
salvada,
maldita.
Sueño mi
retorno
al vicio,
al
calvario
(Sueños)
Si mi
amor poesía es
el trino
de los pájaros sublimizando al viento
es el
árbol que madura el surco el fruto y las cosechas
es la
nieve que alimenta al río
es la
llama que sublimiza al fuego
es
paisaje es alegría es música
es
fantasía es rebeldía
es grito
y silencio juntos
es el
nombre del obrero y del campesino unidos
es el
coraje en el hombre y en todo lo que vive
y por sobre
todas las cosas
poesía
amor
poesía es
el amor militante
proletario
del mundo
(MITO: De nuestras cosas el amor y las cosechas)
mientras
en la serenata del viento
me falta
tu aliento
cuando
cruzo la esquina
donde
cada mañana me esperabas
para que
juntos comprásemos el pan
que nunca
podía faltar en nuestra mesa
huelo el humus de la vieja casa
donde solías compartir tus anhelos
con
Olivia,
tu hija
mayor,
que en
una madrugada de agosto
se fue
sin avisar a nadie de su partida
a buscar
el sitio donde nos juntemos
otra vez
al lado
de mamá
y en
familia
para
siempre…
(Celebración del hogar: dos)
Esa inmensa piedra llamada Ollantaytambo
corajuda intérprete del
espacio arrodillado en
sus vertientes. De esas
inmensas piedras de
los Frailones cumbe Mayo
tutelares donde
danzan vientos y pajonales, De
esas seculares
piedras Apus reliquias del
horizonte andino
santuario inequívoco del universo.
De esas lumínicas piedras erguidas sobre innombrables
mares hollados por el tiempo.
Sentimos. Estamos.
Vemos.
Cuando somos espigas abiertas
de vida cósmica.
(El agua madre: dos)
Después de haber vivido
y bebido lo vivido,
antes de empatarme
con mi existencia
necesito poner en orden
los archivos de mi presencia.
(Nudo de
encuentros: uno)
Bendito el que no deja
heridas de amor
ni necesita
humo de paz
en su memoria
Bendito el que estando alegre
estira su alegría
a los que están alejados
de este asombro
(Bendito el que da lo suyo y guarda lo ajeno)
A mi estado civil indefinido
Hay algo que no funciona en mí,
cuando resuello el resuello de mi patria
y bocabajo tendido,
a todo lo largo de mis huesos,
me despido de la hortensia en la casa abuela
y como una sombra voy de picada a encontrarme
con otros vientos, ajenos a mis vientos,
ajenos también a mi mirada,
ajenos a mi manera de matar mis piojos,
a mi manera de sudar el sudor ajeno,
a mi manera de ser el otro compañero de mi casa,
a mi estado civil indefinido,
por la indefinición de vacío
que habita en mi almohada,
a mi coraje estructurado a medias en el coraje
de un héroe caído en mi batalla
Cada conciencia con su conciencia
Cada uno con su cada una
cada palabra con su verdad,
cada verdad con su mentira,
cada mentira con su conciencia,
cada conciencia con su cada uno.
Cada horizonte con su paisaje-
cada paisaje con sus flores
cada flor con su colibrí
cada colibrí con su plumaje
cada plumaje con su alón.
El orden de las cosas es así
como en el principio
cada uno con su pareja.
Sin embargo, a cuenta de que
mi boca no tiene compañía.
Mi corazón no late al lado de otro
mi mano no encuentra otra mano.
mi soledad es solo mía
mi vergüenza igual,
mi abandono ni se diga,
mi
tristeza igual solo mía.
En la tierra de mis amores
habitan mis desamores;
a donde voy se cuecen habas
habas de contento para el descontento,
habas de ilusión para la desilusión,
habas de amor para el desamor;
en fin habas de todo y para todo
pero en mí que más las necesito
solo se cuecen habas de silencioso
silencio.
¡Santiago Aguilar Aguilar, presente!