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EL POETA SANTIAGO AGUILAR

EN EL RECUERDO

Escribe: Luzmán Salas Salas


Mi corazón sufrió en su latido y mi aliento pareció asfixiarse en sí mismo cuando el sorpresivo mensaje llegó para decirme que el distinguido poeta Santiago Aguilar Aguilar dejaba de existir. Era el fatídico día 5 de junio de 2020. Al instante acudió a mi mente el verso de Vallejo: “Tanto amor y no poder nada contra la muerte”. Pero los poetas nunca mueren, Santiago Aguilar vive en nuestro recuerdo y permanece en la gratitud de Cajamarca. Al evocar su imagen de amigo, de hermano y de gran poeta nacional, repito lo expresado por el poeta peruano Wálter Curonisy:

Los poetas muertos han de renacer

si los vivos los regresan del tiempo;

si los vivos los evocan,

los regresan de la muerte.

Por los años 70, Santiago Aguilar vivió en Cajamarca junto a su amada esposa Anita de la Torre Araujo. Laboró infatigablemente en el área de Impresiones y Publicaciones de la Universidad Técnica de Cajamarca. Con el laureado poeta Manuel Ibáñez Rosazza fundó y animó en la tierra del Cumbe el inquieto grupo literario “Trinchera Mágica”. Santiago fue por estos años un gran impulsor, animador y promotor de diversas actividades artísticas y culturales en Cajamarca.



Santiago Aguilar fue un notable poeta de la vida, de la sociedad lacerada y del hombre pugnando por la justicia y la libertad. Nació en Huamachuco el 20 de enero de 1940. Estudió Derecho en la prestigiosa Universidad Nacional de Trujillo, y trabajó en Relaciones Públicas y Publicidad en el Ministerio de Educación.

 Perteneció al prestigioso y fecundo grupo literario “Trilce” de Trujillo, junto con Teodoro Rivero-Ayllón, Eduardo González Viaña, Jorge Díaz Herrera, Juan Morillo Ganoza, Manuel y Mercedes Ibáñez Rosazza, Juan Paredes Carbonell, Gerardo Chávez, Cristóbal Campana, Miguel Angelats y otros. Organizó eventos culturales nacionales e internacionales como el II y III Encuentro de Narradores Peruanos, en Cajamarca y Trujillo, respectivamente.; los homenajes nacional (1987) e internacional (1988) a César Vallejo. Participó como ponente en el Congreso Internacional César Vallejo (1988) en Madrid y Toledo, en el I Simposio Internacional de la Modernidad Literaria en España e Hispanoamérica (Salamanca, 1999). Publicó entre otros libros: Colección Homenaje a César Vallejo en el Centenario de su Nacimiento (1992). Dirigió la revista de literatura.


“Algo te identifica”; editó el Tomo I de César Vallejo/Poesía Completa, y Los heraldos negros. Presidió el Frente de Escritores de La Libertad; ejerció la docencia en el Instituto “Carlos Uceda Mesa” y fue Regidor de la Municipalidad Provincial Sánchez Carrión (2003-2006). Sus obras literarias publicadas son: Tinieblas elegidas (1964), Mito (1966), Confesiones fuera de almanaque (1970), Barajas para ganar y vencer el tedio (1972), Semilla de viento (1978), Coral de roca (1984), Puerta de espera (1992), La celebración continua (2999), La celebración continúa (2007), Celebración del memorial oculto (2007), Tempestad de la nada (2008) y Balada de Montonero (novela, 2012).

De mi libro Poetas de Cajamarca (1986) extraigo algunas líneas en torno a sus primeras obras publicadas:

 “Se inicia con Tinieblas elegidas, libro delicado en el sentimiento y denso en el pensamiento (…). Mito, libro caracterizado por la actitud pensante del poeta, el planteamiento del origen de la vida, la libertad del hombre, el sentimiento de comunidad y el llamado humanitario (…). En Confesiones de almanaque surge el poeta rebelde contra los cánones de la poética tradicional, ansioso de humanidad, anhelante de justicia, pleno de amor, onírico y visionario, empeñado en lograr la afirmación del hombre. Semilla de viento (…) dejando de lado el verso lacónico, ceñido, casi aforístico de Mito, ensaya modalidades expresivas de amplio desarrollo, con peculiaridades metafóricas y sintácticas próximas a la poética de pablo Neruda:

Te recuerdo estival, permanente y fugitiva

como una torcaza en celo

me pongo al hombro la noche

de tu melancolía navegable

y junto al último aliento del mar

mi presencia penetra tus ojos desvelados

quiebro mi pasión, el recogimiento voluntario,

derramo mis sentidos.

en las tertulias celebradas sin miedo a la muerte

en las sombras que llegan para que tu luz reviva

o en los calendarios que escogieron tu piel

cuando mi tacto buscaba las huellas de tu entrega.

Coral de roca se constituye en un verdadero pasaporte del poeta para inscribirse entre los clásicos de la literatura peruana por su generoso mensaje de humanidad. Con estilo propio, Santiago Aguilar se sublima y eleva a la manera de Pablo Neruda y de Martín Adán, para ubicar en las alturas de MachuPicchu un nuevo canto, lleno de amor, esperanza y fraternidad universal:

                     LA PRIMAVERA INACABABLE

Porque jamás pude entender el principio y fin de tu equilibrio

te traje a mi poesía

y

la quiero                                        


tan simple

y germinante

como el aire

y tan gloriosamente hermosa

como una gota de rocío.


Y en esto por la única lealtad que me encadena

a los tesoros de la tierra,

reservo para mi corazón

aquel insospechado sitio

donde

la risa

sin mácula

de los niños

es primavera de pan recién tostado    


en la impecable lámpara

 de la esperanza.

Entonces quiero que mis hijos amen

 la cosecha sobrehumana

de aquellos que fraternos

se multiplican

y crecen

porque pueden cumplir

lo que piensan y dicen

sin fallar una palabra,

entonces

 necesito que mañana

esto que parece elemental

y nuestro

se vuelva leyenda de los amantes

reencontrándose hasta saciarse

en el manantial

que vio fecundar

tu altura


La crítica literaria peruana no tardó en reconocer la valía poética de Santiago Aguilar. Cito a continuación solo tres apreciaciones importantes:



Puerta de espera, pese a su brevedad queda junto a la pluma de César Vallejo y Martín Adán, en la misma línea de mensaje en torno al hombre y su problemática y en el mismo mensaje de vitalidad estética.” (César Ángeles Caballero, 1992).

El sincretismo del espíritu del Ande y de Castilla. La Mancha, en la poesía de Santiago Aguilar, enriquecen nuestro español moderno.” (Wálter Curonisy, con motivo de la aparición de La celebración continua.” (Diciembre, 2006).

“Aguilar dialoga creativamente, sin calco alguno, con Martín Adán (La mano desasida) y Julio Garrido Malaver (La dimensión de la piedra) en su Celebración a la piedra; con Ernesto Cardenal (Cántico Cósmico) en su Celebración a la inmensidad sin nombre; y con Pablo Neruda al celebrar el amor, y con Vallejo, al celebrar la madre, el padre y su humanísima Celebración perdida. Nexos que hablan elocuentemente de la altura de su canto y su desafío creador. Estamos ante un heraldo del amor y la esperanza a escala cósmica.” (Ricardo González Vigil. “Continuidad del canto” El Comercio, Lima, 2007).   Cierro estas líneas diciendo que Santiago Aguilar no dejará de seguir brillando en el parnaso encumbrado de la poesía peruana contemporánea.



                                           Santiago Aguilar

     Y los caminos lloraron tu partida,

el abrazo pendiente se vistió de tristeza,

un café que se enfría en una tarde gris…

Tu silueta se esfuma en el humo del tiempo

tu poesía escribe recuerdos del ayer…

Nos queda tu poesía, tu verso, tu palabra,

tu sembraste los lirios de un sabio caminar…

Tu porte de caballero, tu sonrisa de glorias

escribió pergaminos de destellos de luz…        

Una luz que se apaga, un verso al infinito

una mirada ausente de un largo trajinar,

tu poema se queda dibujando en las nubes,

un Trilce de Vallejo que sueña en despertar y una copa de vino

 refleja tu mirada con un poema ausente de luz y de cantar…


Hoy tus versos se escriben en el matiz del cielo

con solsticios benditos que sueñan despertar.

 Cajamarca recuerda tu inspiración de
glorias…

entre versos, abrazos y un canto de amistad

y le rinde tributo al gentil caballero,

aquel noble Poeta de sabio caminar Don Santiago Aguilar,

 quien se quedó por siempre

en un silencio de luna, en un brindis, un poema

 y en la palabra libertad…

             Gracias mi noble y dulce Maestro Santiago Aguilar

… Gracias por su poesía y por su amistad…

                                                     Deilú Elizabeth Oliveros Soto

                                                            Derechos reservados





Guillermo Manuel Torres Ruiz

 Mensaje: Mi estimado Santiago, tu aventura de viajar hacia un cosmos desconocido nos consterna y entume nuestra alma. Te vas aleteando con tus letras de cariño hacia ese mundo misterioso, escrito en tantos versos que nos dejas como herencia en tus libros. Dejas en nosotros el ejemplo de tu creación, la novedad en tus palabras y el calor de tu amistad en nuestros corazones

Te extrañaremos y esperaremos tu llegada en cualquier tarde de verano para compartir una tertulia de fraternidad. Hasta luego Santiago… siempre vivirás en nuestros recuerdos. 

CUANDO SE PIERDE UN AMIGO



Cuando se pierde un amigo,

se lo despide sin atavíos,

quedando un eterno silencio
que se pierde en los caminos.

 Cuando se pierde un amigo,

arde en su casa una hoguera

que se consume lentamente

Y se Apaga con el viento.

 

Cuando se pierde un amigo,

se apaga la luz de los días

porque su risa no se escucha

en el lugar de costumbre.


Cuando se pierde un amigo,

las promesas ya no existen

y se empieza a recordar

tantas vivencias de antaño.



          Cuando se pierde un amigo,

la copa se empieza a empinar

para muy pronto versar

tantos poemas escritos.

 

Cuando se pierde un amigo,

entre las brumas del tiempo,

nuestra alma se quebranta

porque la pena arrebata.

Cuando se pierde un amigo,

entre la espuma del mar,

pronto su voz se levanta

entre las olas que braman.

 Cuando se pierde un amigo,

se seca el huerto florido

donde sembró su semilla

Y el árbol no vuelve a brotar.

 

Cuando se pierde un amigo,

la lluvia se vuelve a secar

Y la fuente no se llena

por el luto de ese hermano. 




 ENTRE RECUERDOS Y PALABRAS



  Y te fuiste Santiago

reclamando a la tarde sus ojos

y avivando el fogón de la escritura,

con verbos secretos, adjetivos nuevos

y extraños versos dibujados

en las esquinas de las sombras,

a través del tañer de campanas

internadas en la bondad de tu alma.

 

Te vas convocando a tantos amigos del universo

en ese viaje sideral que has emprendido,

buscando transformar su otra vida,

en tantas reflexiones hecho poesía,

con tus emociones hecho palabras,

  

con tus sufrimientos hecho símbolo,

con tu verdad hecho justicia

en tanta doblez de la humana existencia.

Santiago

te ocultaste entre el murmullo de las aguas del Huanchaco


                             entre la luz auroral de vencedora estirpe

arropado con las letras de la noche

ocultando tu desnudez en una hoja de cuaderno

transitando entre los versos de una tempestad oculta

y cabalgando entre los poemas de la memoria y La nada.

Dejaste escrito tu nombre entre pergaminos y cortezas de cariño,

bendiciendo a la lluvia,

saciando tu hambre con un mendrugo de ternura,

hecho de palabras a tu medida,

cargando tus dolores entre bosques ocultos

y lobos que aullaban detrás de las mazmorras.

Tú, hacedor de versos, disfrutaste de los siete reinos de la palabra,

de los grises que bailaban alrededor de nubes escondidas,

anunciando la llegada de un nuevo sol.

Tus caminatas largas se hicieron oraciones infinitas

a través de las líneas curvas y del llanto de las sirenas,

que vieron venir tu muerte apresurada en una misma pregunta,

en sólo pie quebrado extraviado,

en donde te exiliaste con tu voz ronca,

en tanto el viento silbador, ulula nuevamente tus versos de tarde.

Santiago,

quién no conoce tu historia de trovador errante,

de amauta andino, de escritor de sueños,

de idealista trovador, de amigo como el pan bueno,

de sincero apóstol de la verdad,

de analista y filósofo del amor

que contagiaste con tu fe sincera a tantas generaciones

que aprendieron de tus palabras y

gozaron de tu fraternal presencia.

Santiago,

no estás muerto…Vives en nosotros,

con tu voz sembrando poesía,

con tu blanca estrella,

derramando tinta en la memoria,

esparciendo alegría en el corazón nostálgico de tantos amigos

que te esperan en su mesa un sábado de gloria.

 Santiago,

tus ilusiones crecerán en los febreros del ande,

a través de tantos coloquios evocados en tus noches de tertulia,

en un rinconcito del Tisné o en tu casa huésped de costumbre:

el hostal Cajamarca.

 

Allí recogeremos en una alforja serrana

tus conversaciones y tus largas noches de victoria.

Allí recogeremos tu cansancio, tus nostalgias

 Y tus sufrimientos de amigo inconfesable.

 Amigo mío,

desde tinieblas elegidas hasta tempestad de la nada

cruzaste la línea de la historia,

encadenando versos a lo largo de tu estancia en esta tierra;

desde Mito hasta celebración del memorial oculto

tu vida creció como el agua,

como aceros estampados en pizarras de piedra;

desde confesiones fuera de almanaque

hasta la celebración continua

tu poesía engalanó la libertad

de los centinelas de la cultura de tu pueblo;

barajas para ganar y vencer el tedio

hizo que el tiempo recorriera tantos caminos extraños.

 

Semilla de viento obligó a crecer al trigo

en el deslizante camino de la épica peruana;

desde coral de roca hasta la celebración continua,

tus emociones se supieron en las esquinas más lejanas del universo

Y en puerta de espera se reconoció tu valía

de artífice creador de la poética peruana.

Santiago

Tu entregaste tu suerte al creador, en un sobre cerrado,

sin preguntas y respuestas como un felino encerrado

en mil prisiones abatidas de nostalgias y grandes alegrías

Poeta ¿A qué futuro has viajado?

por encima de escaleras sin peldaños,

buscando castigos o regando vergüenzas

como llamas que descascaran tu paciencia

o persiguen tus versos refractarios

con tatuajes extraños y sombrías razones

que se desmadejan en corazones extraños,

que persiguen tus valores y tus bostezos de incertidumbre,

como aquel cuento, tantas veces escrito en la piel de tu cuaderno.

¡Oh poeta! que desahogaste tus emociones ciegas

escribiendo con letras trasnochadas tus perdidos sueños,

tus oraciones en el viento,

tus inocultables travesuras en las hojas de los árboles

que en horas de sueño roncan en diversas estaciones

siempre al lado de una mano amiga.

 Adiós artista,

que con coraje fuiste galopando

 junto a los espartanos líricos del silencio,

conjugando alegres voces entre tantas hazañas sin medida.

Adiós fraternal amigo,

que vas arrastrando tu amistad

encadenada a nuestros nombres,

con sabor a mollete recién horneado,

en tu enorme álbum de poemas.

 Adiós Santiago,

conversador conspicuo,

pensador de proyectos,

inventor de nuevos términos,

compañero del diccionario antaño,

  que fue desparramándose en la enorme fuente

de la piel arrugada de tus libros

y que en la tarde reflexionaba

tantos fonemas de cariño.

 Adiós amigo,

que hiciste de la vida un exitoso juego de palabras.

Adiós poeta, hermano, narrador de historias encantadas.

Adiós Santiago,

te estaremos esperando en cualquier otoño,

en las esquinas de nuestras horas,

a través del silencio de una tarde de aguacero.

 



 


                                        A Santiago Aguilar



   Disipadas ya las sombras,

volaste a bordar el cielo

de Anita con tus versos

descansa en Paz Santiago.

 

                                             Sara Gutiérrez Sisniegas





CONVERSEMOS CON LA POESÍA DE SANTIAGO, EN ESTOS FRAGMENTOS DE ALGUNOS DE SUS LIBROS:


    Amigo de infatigable existencia, aquí recordándote, tus amigos de Cajamarca, pocos, pero somos, para compartir tus cuitas versadas en incontables poemas, escritos, ensayos, revistas, periódicos, 100 libros por los Cien Años de Vallejo, escribiendo hasta el fin de tus días.  Consumías la vida, sin dejar un segundo de beberlo en su profundidad de espacio y de tiempo.  Tomabas el mundo, ese mundo que tantas veces te hizo saborear los golpes de tu entrañable César Vallejo, Cansados tus pies hasta el dolor, seguías recorriendo las calles infinitas de tu creación continua.  ¡Ah Mensajero de asombros! Eras poeta de pies a cabeza, en tus cuatro estaciones, en tus días luminosos, en las noches de oscuridad penetrante.  Tanteabas el lápiz tan solo con la luz de tu pensamiento y sentir, brotaban los poemas notables, que tuviste el cuidado, de irlos guardando en sendos libros que hoy heredas a la posteridad literaria del Perú y del Mundo.

    Aún recuerdo tu voz del pasado 3 de junio del 2020, si mal no recuerdo, un ratito antes de que entraras a sala de cirugía, cómo iba a pensar que te estabas despidiendo para siempre, amigo de cada día.  A los pocos días ya te habías ido con tu morral de libros, para que los conozcan y brillen desde el cielo también.  Te acuerdas, nos reímos tanto, cuando en el PPT por el 20 de enero, te saludé tempranito por tus “ochenta décadas” Despacito me dijiste, está bien que me saludes por cumplir años, pero 80 décadas, ni Matusalén.  Incontables recuerdos y anécdotas amigo. Compruebo que la amistad es lo mejor que nos pudo pasar.  Los amigos están allí, aún después que hayan partido.

        Este grupito de amigos queremos celebrar tu vida aquí y en el parnaso eterno.  ¡Eres grande Santiago! ojalá tus hijos, la familia, los amigos, como lo hizo GEORGETTE, promovamos que tu obra literaria se conozca, se valore, se difunda.

¡Feliz 81 años Santiaguito!

 Tu recuerdo y tu obra vivirán por siempre

Isabel


Mensajero de asombros:

Venid a galope musas tutelares del universo antidinástico del hombre.  Contra viento y marea, compartid la obra maestra de Dios en vuestras manos.

(Venid en Galope)

Al final del túnel las cuentas no pagadas

teñirán las hondas huellas de mi turbulenta

presencia, en estas Tribus del Señor,

y no será al primer golpe de la mañana

donde me tenderé a buscar una justa salida

al serpenteante trance de mi vida

 (Sigiloso de infinito)

 ¿Entonces a qué árbol hemos de arrimarnos hasta encontrar nuestra propia sombra?

(Están glorificadas nuestras fosilizadas cadenas)

A NOEMÍ:

 Noemí, espíritu del viento dime: ¿Cuándo y quién, tan alegremente recorrió tu piel silvestre y, abrió, en tus labios navegables, aquellos arrebatos escondidos en lo profundo de tu copa divina de mujer, para entregarme, hoy, abiertamente la estupenda y letífica gestación de tu existencia?...

(Noemí espíritu del viento)

Noemí, espíritu de los ríos ¿por qué tus labios son indemnes manantiales donde mi hombría baña sus pesares, al fin de sus jornadas transitadas por el desamor.

¿Cuándo el rito de tu piel, fluyente y cimbreante inundará el cauce de mi esperanza, anunciando la fiesta mayor de nuestros sueños?

(Noemí, espíritu de los ríos




DIARIO DE LOS SENTIDOS:

Nací para vivir,  para vivir tan intensamente, como si en cada instante estuviese jugando la insólita baraja del último tímido resuello de mis cotidianos trajines o como si terminase, de beber, el postrer sorbo de mi presencia en él,  tierno, primer latido del seno de mi madre, por eso, jalono y burilo, diariamente 

donde nítida se refleja la imagen el amor junto al rítmico y ardiente palpitar de tu vida, a la que encargo mi ser en su dimensión más silvestre y pura

(Buscando la misma ruta de nuestra ventura)


Imagino el primer día de la creación y al Hacedor con toda su grandeza de inigualable amor, separando la luz de las tinieblas, llamando al día, día y a la noche, noche para que, así, hoy, en el décimo octavo día, de enero del año dos mil doce de la era de su único hijo engendrado por amor.  Gratificado en la fibra más íntima de mi ser confieso no haberme sentido tan ligado a ese instante creador de todo cuanto existe al descifrar el pensamiento de la mujer amada cuando, me dice:

Por ti el Divino Creador ha coronado, mi alma con un diamante que da a mi existencia su generoso e inmenso brillo”

 (Con los pinceles dejados por el Hacedor)


DE ROGELIA AL INFIERNO:

 

Cuando los últimos

latidos de mi pecho

partan a tu lado

en el agorero trino

de las viajeras alondras,

o cuando mi poema

escrito en la espuma del mar

te recuerden con mi nombre,

por favor te pido

dejes entonar

a la citara de tu alma

la celeste sinfonía

de nuestro amor eterno.

 (Esto es igual a tu alegría)  


   LA CELEBRACIÓN CONTINÚA:    

 ¡Oh mi Dios!

Tu Esencia

husmea la carne mortal de mi humana pregunta…

ahora que mis raíces claman

estés en mí cual alimento diario

para que cando salga a compartir mis pesares

beba el dulce sorbo de tus sentimientos…

y mi pena

entonces

sea igual a tu pena

sin que las desgracias

de arteros recuerdos

aterren la conciencia de mi cobarde guarida.

(Celebración de la inmensidad sin nombre)

 

El abuelo

Padre

por habernos trazado la primera ilusión de nuestras vidas…

semilla

esta celebración que se enciende en tu nombre y sin haberlo

pedido nunca

rodea mi memoria como cuando solía reunirnos

a punta de silbidos en el patio de la vieja casa que hoy sin él y

sin tu calor

está tan huérfana

como el lienzo donde jamás podré plasmar aquellos colores

de mi alegre infancia.

(Celebración del Padre)

                     

La vida entonces no es hermosa porque

yo lo diga

la vida es hermosa cuando tú la vives como una golondrina

que levanta su vuelo y

se mete en el aire para saber que existe o

eres la voz que encuentro e la tierra de mis primeros

pasos

(Celebración del amor)

En esta celebración

Madre

quiero dejar

cuanto de ti habitan mis caminos…

cuanto de ti comparten los árboles donde columpiabas la

triste huella de mis sueños…

y cuanto de ti me falta cuando

doy cariño a mis hijos que son tan míos y tuyos como el aire

ancestral que respirábamos juntos.

(Celebración de la Madre)

                                                       

CELEBRACIÓN DEL MEMORIAL OCULTO:

 Hay un recorrido de espanto inocultable en nuestra sangre

que perdida

en las ruinas de la historia

rumia la poca fe del miedo

y camina a tientas

su edad perdida en la perfidia de su canto cruento

mientras estruja la alucinada estatua de la belleza informe…

(cinco)




Hay un espacio gratificante entre tu dimensión y la mía.

(siete)

 Hay un manto en el horizonte que abriga mis ensueños

y es mi padre cuando en la isla tenebrosa del infortunio}

donde presto está con su socorro para redimir mi duda

y otra vez llena de infancia

la mochila vacía sin aliento

que un día vacié sin darme cuenta de que la niebla bajaba

muy de prisa y sin remedio

hasta mis magullados años.

(ocho)

Con qué derecho Santiago

acurrucas tus recuerdos en el ataúd

donde las abuelas espantan las moscas

de las piedras amorfas de tu memoria

para que aquellos favores del agua fosforescente

plegados en el yugo de tus presagios acuarelen esta tarde

en que mujeres salidas de los osarios del tiempo

una vez más

intenten templar las lianas de tu edad

que se inclinen en el sabor revenido de tu mirada

en trance de hollar esas penurias

que un día se apoltronaron en tu vida…

(Celebración de la culpa)

 

                          TEMPESTAD DE LA NADA

Nosotros Hombres

sin motivo

ajamos cada vez más fieramente

la dulzura de la vida

su vejez,

su diluvio,

su viaje,

su camino.

(Sin motivo)

Puedo concluir.

Mis pulmones se aplastan

de frío

y

de hogueras.

                     Tengo la piel de mi pueblo

                                        brutal 

                                    inválido.

 Soy su arcilla

salvada,

maldita.

                        Sueño mi retorno

                            al vicio,

                        al calvario

                    (Sueños)

Si mi amor poesía es

el trino de los pájaros sublimizando al viento

es el árbol que madura el surco el fruto y las cosechas

es la nieve que alimenta al río

es la llama que sublimiza al fuego

es paisaje es alegría es música

es fantasía es rebeldía

es grito y silencio juntos

es el nombre del obrero y del campesino unidos

es el coraje en el hombre y en todo lo que vive

y por sobre todas las cosas

poesía amor

poesía es el amor militante

proletario del mundo

 (MITO: De nuestras cosas el amor y las cosechas)

 



por eso ahora

mientras en la serenata del viento

me falta tu aliento

cuando cruzo la esquina

donde cada mañana me esperabas

para que juntos comprásemos el pan

que nunca podía faltar en nuestra mesa

huelo el humus de la vieja casa

 donde solías compartir tus anhelos

con Olivia,

tu hija mayor,

que en una madrugada de agosto

se fue sin avisar a nadie de su partida

a buscar el sitio donde nos juntemos

otra vez

al lado de mamá

y en familia

para siempre…

(Celebración del hogar: dos)

 Esa inmensa piedra llamada Ollantaytambo

corajuda intérprete del espacio arrodillado en

sus vertientes. De esas inmensas piedras de

los Frailones cumbe Mayo tutelares donde

danzan vientos y pajonales, De esas seculares

piedras Apus reliquias del horizonte andino

santuario inequívoco del universo. 

De esas lumínicas piedras erguidas sobre innombrables

mares hollados por el tiempo.

Sentimos.  Estamos.  Vemos.

Cuando somos espigas abiertas de vida cósmica.

 (El agua madre: dos)


Después de haber vivido

y bebido lo vivido,

antes de empatarme

con mi existencia

necesito poner en orden

los archivos de mi presencia.

(Nudo de  encuentros: uno)

Bendito el que no deja

heridas de amor

ni necesita

humo de paz

en su memoria

 

Bendito el que estando alegre

estira su alegría

a los que están alejados

de este asombro

 (Bendito el que da lo suyo y guarda lo ajeno)

 A mi estado civil indefinido

Hay algo que no funciona en mí,

cuando resuello el resuello de mi patria

y bocabajo tendido,

a todo lo largo de mis huesos,

me despido de la hortensia en la casa abuela

y como una sombra voy de picada a encontrarme

con otros vientos, ajenos a mis vientos,

ajenos también a mi mirada,

ajenos a mi manera de matar mis piojos,

a mi manera de sudar el sudor ajeno,

a mi manera de ser el otro compañero de mi casa,

a mi estado civil indefinido,

por la indefinición de vacío

que habita en mi almohada,

a mi coraje estructurado a medias en el coraje

de un héroe caído en mi batalla


Cada conciencia con su conciencia

Cada uno con su cada una

cada palabra con su verdad,

cada verdad con su mentira,

cada mentira con su conciencia,

cada conciencia con su cada uno.

 

Cada horizonte con su paisaje-

cada paisaje con sus flores

cada flor con su colibrí

cada colibrí con su plumaje

cada plumaje con su alón.

 

El orden de las cosas es así

como en el principio

cada uno con su pareja.

 

Sin embargo, a cuenta de que

mi boca no tiene compañía.

 

Mi corazón no late al lado de otro

mi mano no encuentra otra mano.

 mi soledad es solo mía

mi vergüenza igual,

mi abandono ni se diga,

mi tristeza igual solo mía.

En la tierra de mis amores

habitan mis desamores;


a donde voy se cuecen habas

habas de contento para el descontento,

habas de ilusión para la desilusión,

habas de amor para el desamor;

 

en fin habas de todo y para todo

pero en mí que más las necesito

solo se cuecen habas de silencioso silencio.

¡Santiago Aguilar Aguilar, presente!










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